Ofredis Duarte González, el cubano natural de Bejucal y asesinado a tiros Georgetown, Guyana, durante un presunto robo el jueves en horas de la mañana, dejó una familia atrás en la Isla.
El cubano estaba casado con Anisley Díaz y juntos eran padres de dos hermosas niñas. Según lo indagado en sus redes sociales, Duarte era asiduo a compartir imágenes de su pareja y sus pequeñas.
De acuerdo con reportes de medios locales, el isleño de 34 años, residente en East Street se dirigía a su trabajo en la carnicería Rosignol, ubicada en Church Street, cerca de las 6:44 a.m (hora local), cuando fue abordado por hombres armados en una motocicleta.
Las autoridades guyanesas también revelaron que uno de los sospechosos descargó tres rondas sobre el cubano. Resultado de ello, el cubano terminó con lesiones en la muñeca derecha, la parte superior del pecho y la barbilla.
Duarte fue llevado de urgencias al Hospital Público de Georgetown (GPHC, por sus siglas en inglés) por testigos del fatídico hecho. Sin embargo, fue declarado muerto poco después de su llegada.
A raíz del fallecimiento de Duarte, la comunidad de cubanos en Guyana han unido sus voces para reclamar justicia en su nombre.
“Necesitamos justicia para la comunidad de cubanos que vivimos aquí en Guyana. Las autoridades deben poner mano dura, aquí vienen personas de trámites de embajadas y compras y no todas tienen seguridad”, publicó en Facebook, Barbarita Sacre.
“Un llamado al presidente: sean más rigurosos contra la violencia. Guyana y Cuba son países hermanos. La comunidad cubana aquí lloramos a nuestro hermano. No más violencia, no más maldad”, agregó. “En paz descansa hermano cubano”.
