Un cubano que pasó más de 30 años en una prisión de California, EEUU, por un crimen que no cometió, salió en libertad este miércoles.
De acuerdo con Telemundo, el hombre, de 61 años de edad, responde al nombre de Joaquín Ciria, quien en 1990 fue acusado de haber asesinado a un amigo suyo con un arma de fuego, crimen que no cometió, pero del cual no pudo probar su inocencia.
“Lo más duro fue estar privado de libertad cuando sabes que no te lo mereces. El no estar con tu familia, el que mi madre se me muriera en Cuba sin haber tenido la oportunidad de saber que su hijo está libre”, declaró ante las cámaras cuando salió de prisión.
También indicó que lo primero que haría después de ganar su anhelada libertad, sería buscar un lugar donde sirvieran autentica cocina cubana, pues fue una de las cosas que más extrañó estando encerrado.
“Lo que voy a hacer hoy es buscar la comida cubana, necesito una comida cubana, la necesito de verdad”, aseguró al salir de la Oficina del Alguacil de San Francisco.
Durante sus 32 años de encierro, el cubano sostuvo su inocencia, pero no fue hasta que recibió la ayuda de su abogada y la del Proyecto de Inocencia del Norte de California, una Organización No Gubernamental (ONG) que trabaja para ayudar a las personas que han sido encarceladas injustamente.
“Hemos ayudado a Joaquín por tres años. Pero durante todos los 32 años Joaquín ha trabajado su caso por su propia persona. Hemos añadido a las cosas que Joaquín ha hecho”, dijo al citado medio la vocera del proyecto, Lanna Sánchez.
Ciria aprovechó la oportunidad para hablar ante las cámaras y enviar un mensaje al pueblo cubano, del cual ha estado muy pendiente pese a sus años de encierro.
“No se conformen con lo que tienen, conformarse con lo que tienen es seguir en la misma tiranía. Hay que buscar cambios en Cuba. Hay que luchar por esos cambios. Yo luché por 32 años preso, sí yo logré esto, más se puede lograr con los que están libres. Sí se puede lograr una Cuba libre”, dijo el ahora ex prisionero.
Por su parte, el medio Univisión también logró entrevistar al cubano, quien aseguró que una de las cosas que lo ayudó a continuar pese a las adversidades, fue su fe.
El hombre fue captado abrazando a su hijo, quien llevaba solo un mes de nacido cuando Ciria fue encarcelado injustamente.
“La cosa que más extrañé es poder haberle dado a mi hijo los consejos de un padre, de estar ahí al lado de él. Siendo él mi primer hijo no tuve esa oportunidad. Gracias a la madre de él, que es una gran mujer, una gran amiga, a pesar de que cogimos caminos diferentes, nunca me lo negó, siempre me lo llevó a ver, y lo vi crecer estando yo tras las rejas”, declaró.
Las autoridades de California reconocieron que hubo muchas fallas en el caso de Ciria, pues pese a la falta de evidencia que lo relacionaran con el crimen, los policías lo acusaron basados en rumores que circulaban en las calles y al testimonio de un joven que había sido presionado para testificar en contra del cubano.
“El juez no escuchó la evidencia de un sospechoso alternativo ni que Ciria tenía una coartada, esto pese a que dos personas estaban disponibles y dispuestas a testificar en su favor”, se lee en el reporte de la Fiscalía, al cual el citado medio tuvo acceso.
Ahora, la ONG que ayudo a Ciria está luchando por conseguir una compensación de hasta 140 dólares por cada día que este pasó encarcelado, por lo que podría cobrar hasta 1,6 millones de dólares de lograr conseguirla.
“Sea lo que sea, que le recompensen o no, no va a cambiar los años que vivimos con él adentro y nosotros acá afuera. No va a recompensar nada monetario todo lo perdido, especialmente mi hijo que no tiene ningún recuerdo de su padre aquí afuera”, declaró al respecto Yojana Paiz, madre del hijo de Ciria.
