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Cubano Arturo Acevedo, jefe de la Policía en Houston, se une a protestas por la muerte de George Floyd

El jefe del Departamento de Policía de Houston, Texas, el cubano Arturo Acevedo, dirigió el pasado domingo un emotivo mensaje a los manifestantes que se reunieron a las afueras de una iglesia local por la muerte de George Floyd.

“Tenemos un hombre, un hijo, un hermano, un tío, un primo, un hijo de Houston y un hijo de Dios que fue asesinado por sirvientes, que se supone que son sirvientes de Dios. No mostraron piedad cuando le pusieron la rodilla en el cuello”, exclamó.

“Cada madre negra, hermano, hermana, tío, primo, vieron a su familia en la cara de George (…) Estoy molesto porque la gente se pregunta por qué los negros están molestos”.

Asimismo, Acevedo hizo un llamado a la unidad y explicó que la ciudad de Houston se erigió gracias al trabajo de las minorías. Por tanto, la ira y el dolor no pueden nublar el juicio de los residentes.

“Houston es la ciudad de los blancos, los negros, los marrones, los legales e ilegales, porque nos juzgamos unos a otros por lo que hay en nuestros corazones (…) No me importa lo que piense la gente porque sé que Dios me puso en esta posición no para mantener mi trabajo, sino para hacer mi trabajo y levantarlo. Vamos a salir de esto”.

 

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¿Quién es Arturo Acevedo?

Arturo Acevedo es el primer hispano en liderar el Departamento de Policía de Houston (HPD, por sus siglas en inglés). Un cargo que asumió el 30 de noviembre de 2016.

El cubano emigró junto a sus padres a Estados Unidos, cuando apenas tenía 4 años. Se crió en California y obtuvo una licenciatura en Administración Pública de la Universidad de La Verne. En esta localidad comenzó como oficial de patrulla e incluso, llegó a ser nombrado Jefe de la misma en 2005.

“No puedo respirar”

La muerte de George Floyd conmocionó al mundo entero y provocó una oleada de manifestaciones a lo largo y ancho de Estados Unidos.

Los hechos tuvieron lugar el pasado lunes, cuando un policía de Minnesota presionó su rodilla sobre el cuello de la víctima, de 46 años, mientras este se hallaba tumbado en el suelo boca abajo y repitiendo constantemente “no puedo respirar”. Pasados unos minutos, George fue subido a una camilla y trasladado en ambulancia a un hospital, donde finalmente falleció.

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