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“Habilitadas” las ventanillas de los ómnibus donados por Bélgica

El Gobierno cubano ha “habilitado ventanillas” en los ómnibus donados en junio por Bélgica, los cuales desde el pasado 4 de julio se encontraban circulando por La Habana sin aire acondicionado.

Mientras la noticia parecía ser buena inicialmente, pues ayudaría con la crisis de transporte público en la Isla, los ciudadanos vivieron una mala experiencia al tener que viajar en estos vehículos en medio del calor del verano, sin aire acondicionado y sin ningún tipo de ventilación.

De momento, la prensa oficialista celebró la “rehabilitación” de las unidades como si se tratara de un logro de la ingeniería, cuando esta consiste únicamente de cortar un gran agujero en los ómnibus y colocar ventanillas tomadas de algunos de sus tantos vehículos accidentados.

El oficialista Cubadebate indicó que estos trabajos avanzan “a buen ritmo”, y con la “calidad” requerida en la Empresa Productora de Ómnibus Evelio Prieto, ubicada en La Habana.

Según la nota, se planea habilitar cinco ventanillas en el modelo articulado, mientras que los rígidos solo podrán contar con tres de estas.

Quejas de la población

Las quejas llevaron a la Empresa Provincial de Transporte capitalina a aclarar que las unidades se estaban rehabilitando para poder operar en el calor de la Isla caribeña, pues al venir de un clima más frío como Bélgica, el aire acondicionado no podía lidiar con las altas temperaturas.

La empresa también indicó que no tenía sentido habilitar aire acondicionado en un vehículo que abriría sus puertas a cada rato, excusa que fue criticada por usuarios que aseguraron vivir en zonas fuera de la Isla, como Latinoamérica, donde hay temperaturas similares y el transporte público circula sin problemas con aire acondicionado.

En redes sociales, los usuarios que han utilizado estos vehículos para moverse por la capital aseguran que es casi imposible respirar dentro de las unidades debido a las altas temperaturas que se alcanzan durante el día, a las cuales se suma el calor corporal de decenas de clientes, los cuales no tienen mucha opción ante la crisis de transporte en Cuba.

Es necesario recordar que los vehículos donados por Bélgica no son nuevos, pues cuentan con al menos 14 años de explotación, sin embargo, el Gobierno cubano no puede ser exigente, pues reconoció que la mitad de los ómnibus en la capital se encontraban fuera de servicio, problema que los afecta desde diciembre.

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