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Insólito: Adolescente cubana casi muerte luego de ingerir una tachuela

Una adolescente cubana de 15 años casi muere tras haber ingerido —de manera accidental— una tachuela años atrás. En un primer momento, los padres de la joven, al no tener idea del hecho, pensaron que padecía de episodios respiratorios sin mayor importancia.

De acuerdo con reportes del diario Adelante, Sheily Mariam Oñates Araújo, natal de Camagüey, contaba con 11 años cuando jugando con una tachuela, mientras permanecía absorta frente a su computadora, se la tragó. 

“Ese día me puse morada, eché un poquito de sangre y no dije nada en casa”, explicó la joven. 

En noviembre de 2018, sus padres —Yoander y Yanelis— tuvieron que llevar a Sheily al Hospital Pediátrico Provincial Docente “Dr. Eduardo Agramonte Piña”, cuando comenzó a vomitar sangre. 

“Se le hizo un Rayo X de tórax y apreciamos lo que llamamos un cuerpo extraño, prácticamente insignificante, y con negativa familiar siempre de una broncoaspiración y una lógica confusión, porque tenía el antecedente de enfermedades respiratorias a repetición”, declaró la doctora Arianna Sugrañes Montalván, especialista en Terapia Intensiva y Emergencia del centro camagüeyano. 

“Cuando se empieza a conversar con la niña se acuerda del suceso y como se asustó no dijo nada. Incluso, un día tenía un coágulo de sangre en la boca y al ver a su mamá se lo tragó y le expresó que estaba comiendo caramelo. Eso lo da solo la inocencia”, precisó.

Fue entonces, cuando Sheily fue llevada a Terapia Intensiva y se le realizaron diferentes exámenes creyendo que podría ser tuberculosis. 

“Ese cuerpo extraño ya había creado a su alrededor una cápsula que envolvía el bronquio y era lo que provocaba la bronquiectasia, que es la dilatación de los bronquios que están por debajo del obstruido, se van dilatando y es lo que sangra. No pudo ser extraído mediante la broncoscopia que hubiera sido lo ideal, es por eso que se decide intervenir quirúrgicamente”, agregó.

Sheily fue trasladada al Hospital Universitario “Manuel Ascunce Domenech”, para llevar a cabo una Tomografía Axial Computarizada (TAC) multicorte. 

Finalmente, el 11 de noviembre fue llevada al salón de operaciones para sustraer una parte del pulmón izquierdo. Durante la cirugía, llenó la vía respiratoria de sangre y hubo que cambiarle el tubo, reanimarla y volver a colocarla. Después de la intervención, empezó a responder satisfactoriamente.

“Ella se reía antes de ser anestesiada a pesar de estarse muriendo, y le dije te voy a operar y te voy a sacar la tachuela, ella se echó a reír. La situación era extrema, los padres estaban destrozados, sabían todo lo que estaba sucediendo y lo peor, lo que podría ocurrir”, detalló el cirujano Miguel García Rodríguez.

“Ella, muy risueña, porque a esa edad no se tiene percepción del riesgo y a veces esa actitud nos ayuda, porque el grado de su estrés no es igual que en los adultos. Lo que se hizo fue pensando en salvarle la vida, en su futuro, y que la rehabilitación fuera precoz. Después de intervenida ya se mostraba bien, la extubamos, dejó de sangrar, se veía como si no hubiera pasado este tipo de susto”, manifestó, por su parte, Yosdamy Martínez Pérez, especialista en Terapia Intensiva y Emergencia.

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