El rapero estadounidense Kanye Omari West, conocido simplemente como Kanye West, lanzó el pasado jueves, durante el Día de Acción de Gracias, el videoclip de su canción “Closed on Sunday”, uno de los temas que forman parte de su álbum “Jesus is King”.
Sin embargo, este metraje -dirigido por Jake Schreier, quien ha trabajado con diversos artistas desde Chance The Rapper hasta HAIM- y filmado en Wyoming, Michigan, es único. La razón es que contó con un elenco muy especial: su familia.
El metraje presenta un concepto en concordancia con la temática religiosa que abarca el nuevo álbum del rapero. Kanye junto Kim Kardashian y sus cuatro hijos North, Saint, Chicago y Psalm West, al parecer, forman parte de un éxodo dirigido por él mismo. A lo largo de casi dos minutos también van haciendo cameos personas cercanas al músico, como: su suegra Kris Jenner, su cuñada Kourtney Kardashian y hasta su papá, Ray West.
La última imagen del video se centra en la pequeña North, de 6 años, quien suelta un grito espeluznante.
Esta nueva faceta de Kanye fue revelada por el artista durante el festival Coachella 2019, cuando subió al escenario con un coro góspel, bautizado por él como “Sunday Service”. “Jesus is King”, su más reciente obra sonora, ha recibido críticas mixtas, sobre todo, por el alto contenido religioso de sus letras.
A mediados del presente mes, el rapero aseguró en el programa del predicador Joel Osteen, de la Iglesia Lakewood, Houston, que su despertar espiritual le ha había percatarse de que ya no está al servicio de la fama o del dinero, sino “de Dios”.
Frente a más de 16 mil feligreses habló sobre su reciente conversión al cristianismo y cómo Dios lo ha estado guiando.
“Sé que Dios me ha estado llamando durante mucho tiempo y que el diablo me ha estado distrayendo durante mucho tiempo”, señaló. “El mejor artista que Dios ha creado ahora está trabajando para él”.
