Más de mil cubanos tienen orden de deportación por parte de la Dirección de Migración de Bolivia, por lo que deberán regresar de manera “inmediata” a Cuba.
Entre los antillanos que deben abandonar el país se encuentran los más de 700 colaboradores cubanos de los cuales 224, que afirman ser médicos, ya se encuentran en La Habana.
Karen Longaric, ministra boliviana de Relaciones Exteriores, informó que los 725 funcionarios cubanos entre médicos, diplomáticos y especialistas en otras áreas, saldrán de Bolivia en los “próximos días”.
La decisión llega luego de la renuncia de Evo Morales a la presidencia del país y de señalar al gobierno de La Habana como patrocinador de las protestas contra el nuevo gobierno.
El Ministerio de Gobierno en Bolivia informó que otro grupo, integrado por al menos 150 personas deportadas, partió también la tarde del domingo del aeropuerto de Viru Viru rumbo al archipiélago, en un avión de Cubana de Aviación.
Según detalla el diario El Deber, del grupo de 224 cubanos que llegaron a Cuba, 106 eran médicos que vivían en un edificio del tercer anillo externo de la avenida Mutualista, que fue intervenido el jueves pasado por la Policía de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y la Interpol.
Vecinos indicaron que presuntamente los cubanos estarían “manipulando” cajas que contenían supuestas armas, pero las fuerzas de seguridad solo encontraron equipos médicos.
Los informes en poder de la Dirección de la Interpol señalan a más de mil cubanos que desde hace algún tiempo viven en el país sudamericano y prestan servicios en las zonas rurales y algunas ciudades capitales, en respuesta a un acuerdo firmado por la administración de Evo Morales.
Sin embargo, Arturo Murillo, ministro interino de Gobierno, informó que algunos cubanos estaban realizando otras actividades que no contribuían a la pacificación del país, y eso no se les iba a permitir.
El ministro de Salud, Aníbal Cruz, informó que los médicos cubanos que estaban en zonas rurales serían remplazados con profesionales bolivianos.
También destacó que en Bolivia solo pueden ejercer la Medicina aquellos profesionales debidamente certificados y autorizados, aclarando, a su vez, que no se trataba de ningún acto de xenofobia.
