Las autoridades de México indicaron que la caravana de migrantes que partió la semana pasada desde la ciudad de Tapachula, en el estado de Chiapas, tendrá libre tránsito por el país azteca.
Esto fue confirmado por Adán Augusto López, secretario de Gobernación de México, quien señaló que el Instituto Nacional de Migración (INM) está atendiendo las solicitudes presentadas por los migrantes y garantizando su paso por el país.
“Incluso, elementos de seguridad custodian a los migrantes para evitar un contratiempo en el avance de la caravana”, añadió.
Esta caravana se dirige a la Ciudad de México para denunciar las muertes provocadas por la política migratoria del país, como las 40 ocurridas en marzo durante el incendio en un centro del INM en Ciudad Juárez.
Inicialmente, se reportó que la caravana consistía de unas 3.000 personas originarias de Cuba y otros países en Centro y Sudamérica, pero el secretario de Gobernación de México indicó que ahora son unas 700 personas.
La caravana se forma en medio de una crisis migratoria en la frontera de Estados Unidos, con el país norteamericano habiendo interceptado a 2,76 millones de migrantes indocumentados en el último año fiscal.
Es importante señalar que los cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos que se encuentran viajando en esta caravana corren el riesgo de no poder ingresar a EEUU con ayuda del programa de parole humanitario y recibir una prohibición de entrada de hasta cinco años
De igual manera, los cubanos corren el riesgo de ser devueltos a la Mayor de las Antillas inmediatamente, pues los vuelos de deportación entre EEUU y Cuba se reanudaron esta semana.
Por si fuera poco, EEUU anunció una serie de medidas que planea poner en marcha tras el final del Título 42. Estas medidas buscarán controlar el flujo ilegal de migrantes a través de sus fronteras, brindando a cambio más opciones para ingresar de manera legal y segura.
Una de las medidas anunciadas por EEUU es el incremento en el número de vuelos de deportación a las regiones vecinas, algo con lo cual buscan procesar y expulsar rápidamente al mayor número de migrantes indocumentados que no califiquen para obtener asilo en el país.
