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Niegan asilo político a cubano que llegó a Florida de polizón en un avión de JetBlue

El cubano Yuniel Castillo Rodríguez, quien laboraba en el Aeropuerto Internacional ‘José Martí’, en La Habana, y escapó de la Isla a Florida a bordo de un avión de la aerolínea JetBlue, indicó que su petición de asilo político fue rechazada, por lo que teme ser deportado de regreso a la Más Grande de las Antillas.

“Las autoridades lo que me han informado es que se negó el asilo en la última corte que yo tuve. Ellos consideran que no existían pruebas suficientes para otorgarme un asilo político en EEUU”, indicó el extrabajador del aeropuerto al medio Univisión.

El hombre también denunció que lleva días sin poder comunicarse con su familia, pues su esposa fue detenida en Cuba, luego de que las autoridades arribaran a su vivienda para cuestionarla y confiscar las computadoras del hogar.

“A mi esposa se la llevaron detenida para hacerle unas preguntas. Hicieron un registro en la casa, se llevaron computadora, teléfono. Supuestamente buscando información. Hasta hoy yo no sé nada de ella, no sé nada de ella”.

Castillo Rodríguez considera que el Gobierno castrista está manteniéndolo incomunicado con su familia, pues, sin importar cuanto llama, nadie le contesta.

“No tiene internet, marco y no me responden, desconozco dónde puede estar”.

Por si fuera poco, Castillo Rodríguez fue uno de los más de 6.000 migrantes cuya información fue filtrada “por error” a Internet por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), lo que significa que el régimen ya podría tenerla.

Entre los datos filtrados también se encontraban las entrevistas de miedo creíble que realizan estas personas a la espera de asilo político. Por ello, Castillo Rodríguez teme ser deportado, pues el Gobierno cubano podría cobrarle caro hablar en su contra.

En entrevistas anteriores, el cubano indicó que su escape fue relativamente fácil debido a que trabajaba en el aeropuerto, por lo que no despertó sospechas a la hora de moverse en este. Al final, cuando arribó a Florida, lo primero que hizo fue entregarse a las autoridades migratorias.

“Si yo viro para Cuba me pueden echar más de 25 años de prisión por haber desertado, por haber venido escondido en un avión. Yo tengo un niño pequeño y tengo la incertidumbre de lo que pueda pasarme. Todos los que estamos aquí tenemos ese temor”, dijo en ocasiones anteriores.

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