Ibrahim Domínguez Aguilar, joven cubano golpeado a plena luz del día por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) mientras estaba desnudo, ofreció declaraciones a El Nuevo Herald luego de que el video de los hechos se hiciera viral en la Isla, la pasada semana.
Según explicó el cubano, de 32 años y natural del Contramaestre, Santiago de Cuba, los hechos tuvieron lugar a finales del pasado mes de diciembre cuando regresara a su pueblo para pasar las fiestas de fin de año. El joven, pasado de tragos, sostuvo una confrontación verbal con un amigo. Fue en ese momento en el que arribó la policía e intervino en el altercado.
La golpiza, proporcionada por los agentes, lo dejó con la cabeza partida, contusiones y un esguince. No fue hasta después de permanecer retenido durante cinco días, que los oficiales le brindaran atención médica.
A la par, le informaron que sería acusado de atentado a la autoridad y que le esperaban, al menos, dos años de prisión.
“En ese pueblo siempre ha sido así. La policía hace lo que le parece y nadie le pide cuentas”, dijo Domínguez, músico de profesión y residente en La Habana. “Conozco a la policía en Cuba. Ellos buscan cualquier pretexto para destruir a quienes protestan o están en contra de sus métodos arbitrarios”.
Señal de protesta
El santiaguero cuenta que, fue durante el arresto violento que decidió desnudarse como señal de protesta.
“Fue una forma de protesta para reclamar por todo el abuso al que he sido sometido. Nunca pensé que me fueran a golpear del modo en que lo hicieron. Ellos iban a intentar acabar conmigo, de eso estaba claro”, manifestó al medio.
“Los policías no sabían que estaba este video que probaba que yo había sido víctima de este abuso. Un instructor de la Policía me interrogó y me dijo que yo era quien había estado mal, que si colaboraba con ellos me dejarían salir”.
Gracias al trabajo de su familia, que recorrió el pueblo en búsqueda de evidencias de la golpiza, lograron sacarlo de prisión.
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“Cuando mi familia entregó ese video a la Fiscalía, me ponen una fianza de 500 dólares y después terminan todo el asunto con una multa. Al final ellos vieron que los culpables eran los policías y habían abusado como tantas veces”, indicó Domínguez.
“Ahora la Seguridad del Estado ha echado a andar rumores sobre mí para denigrarme. Que soy un violador, que estoy mal de la cabeza. Es la forma típica en que reaccionan contra cualquier persona que se les enfrenta”.
Esta no es la primera vez que el músico tiene problemas con las autoridades. Antes de los hechos relatados, Domínguez acaba de cumplir una condena de dos años de prisión por “atentar contra las autoridades” en otro altercado.
