En la madrugada de este viernes 5 de marzo, el avión del Papa Francisco despegó de Fiumicino, principal aeropuerto de Roma, rumbo a Irak en una visita histórica, sin duda.
Francisco, de 84 años, aseguró que realiza este primer encuentro en ese país como “peregrino de la paz”.
De acuerdo con el Vatican News, a las 14.00 (hora local en Irak) aterrizó el vuelo y fue recibido con alfombra roja y de fondo trompetas que sonaban El himno de la alegría, una canción que va en sintonía con el lema de este viaje: “Todos vosotros sois hermanos”.
Luego de este a la primera persona que Francisco saludó fue al Primer Ministro del país, el Señor Mustafa Abdellatif Mshatat, a los pies de la escalera anterior del aeroplano, para luego dirigirse a la Sala VIP del aeropuerto donde ha tenido lugar un encuentro privado y la foto oficial.
El reporte detalla que el Papa le regaló al Primer Ministro un tríptico, una medalla del viaje en plata y una edición especial de su Encíclica “Fratelli tutti”.
Durante el cumplimiento del itinerario de tres días por varias ciudades, el Papa se encontrará con poca gente para recibirlo, debido a un confinamiento total decretado en el país, donde el número de casos ha batido esta semana un récord desde el inicio de la pandemia, con más de 5.000 contagiados diarios.
Visita del Papa a Irak en medio de la pandemia y ataques
El programa papal es ambicioso e incluye Bagdad, Nayaf, Ur, Erbil, Mosul y Qaraqosh. Recorrerá 1.445 km en un país que hace solo dos días fue golpeado por disparos de cohetes, último episodio de las tensiones irano-estadounidenses que siguen latentes en Irak.
El jefe de millones de católicos alrededor del mundo, dijo sentirse “enjaulado” en los últimos meses en un Vaticano a cámara lenta por la pandemia, e iniciará en vehículo blindado un viaje sin gente, “virtual” para los iraquíes que lo seguirán por televisión, y principalmente por aire.
El helicóptero o el avión papal sobrevolará a veces zonas donde se esconden todavía yihadistas del grupo Estado Islámico.
En las etapas del viaje, se congregarán solo unos centenares de personas, con excepción de la misa del domingo en el estadio de Erbil, en el Kurdistán, en la que participarán varios miles de fieles que han reservado su plaza con antelación.
Este primer viaje al extranjero en quince meses permitirá al Papa ir al encuentro de una pequeña comunidad de fieles en las “periferias” del planeta. Como es de costumbre, Francisco empezará con un discurso ante los dirigentes iraquíes.
Más allá de las dificultades de seguridad o económicas que sufren los 40 millones de iraquíes, hablarán sin duda del traumatismo adicional de los cristianos.
