En el Parlamento de Irlanda, el funcionario de más alto rango del Dáil ha comenzado una investigación sobre cómo los colegas gastaron más de 1 millón de euros en una impresora que ni siquiera pasaba por la puerta del edificio y tuvo que ser almacenada de manera costosa.
El secretario del Dáil Peter Finnegan realizará una investigación rápida sobre la controversia del gasto, informó el medio local RTÉ.
Durante el fin de semana, surgió que los funcionarios de Oireachtas gastaron 808,000 euros en una impresora de última generación para el campus, además de costosos trabajos estructurales para acomodar el nuevo equipo.
Los correos electrónicos confirmaron el precio de la impresora Komori, además de obras estructurales por un valor de 236,000 euros para adaptarla al edificio, debido a la necesidad de derribar paredes e incrustar acero estructural para darle la altura necesaria para operar.
Sin embargo, cuando la impresora llegó a Oireachtas, se hizo evidente que la impresora, que tiene 2,1 metros de alto y 1,9 metros de ancho, no cabía en el espacio.
Posteriormente, la impresora se almacenó en Ballymount Industrial Estate a un costo de 2,000 euros por mes, antes de que finalmente se pusiera en marcha el 28 de septiembre de este año.
Para poderla meter la impresora en el Parlamento y adaptar el interior del edificio a sus dimensiones, se tomó la decisión de gastar otros 230.000 euros en trabajos de reparación, sobre todo, en demolición de paredes.
