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Prisioneros denuncian pésimas condiciones alimenticias en la cárcel provincial de Guantánamo

Varios reos han denunciado las malas condiciones alimenticias a las cuales los mantienen sujetos en la prisión provincial de Guantánamo, mejor conocida como El Combinado.

De acuerdo con el medio independiente CubaNet, los prisioneros denunciaron el pasado viernes mediante una llamada que las autoridades de la cárcel llevan unos cuatro meses dando de desayuno un pequeño pedazo de pan y un poco de té.

“En el comedor toman una flauta de pan –que deberá tener 20 gramos– y lo pican en 10 porciones. Estos trozos quedan muy por debajo de los 40-50 gramos que deberá tener el pan del desayuno, de igual forma sucede con el té. Cuando pasa tan solo media hora uno tiene más hambre que antes de romper el ayuno”, aseguró el reo Giorvis González, quien se encuentra en el destacamento 3 C de la prisión.

De acuerdo con otro de los reos, el pesaje que se realizó en 116 reos del piso 3 C reveló que 10 de los prisioneros se encuentran por debajo de su peso recomendado.

“No comemos proteínas. Aquí el pan no mide cinco centímetros. Y para acompañar el pan nos dan agua de té. Digo agua porque no tiene nada de dulce”, declaró un tercer prisionero identificado como Jesús Aguilera Basurto, quien también aseguró que los prisioneros solo recibían “una gótica de sancocho” para el almuerzo.

“No nos dan proteínas, nos dan un agua de sopa y un poquito de arroz sin grasa y mal elaborado, pues queda duro y empegostado, nunca llega al gramaje establecido”, añadió.

Otro de los reos, identificado como Eudis Lafita Pineda, también denunció la pésima calidad de los
“alimentos” que reciben los prisioneros. El hombre aseguró que intentó mostrarle lo que les dan para comer a una de sus visitas, pero las autoridades penitenciarias se encargaron de evitarlo.

“Prácticamente nos están matando de hambre. Nos dan un medallón con un poquito de arroz, mal elaborado, y en otras ocasiones nos dan como un agua de sopa, con un color medio rojizo. Yo quería enseñarle a mi hermana en la visita lo que nos dan aquí de comer para que el mundo lo viera, pero me fue imposible”, declaró.

La denuncia asegura que solo una pequeña porción de los prisioneros se atreve a reclamar por la calidad delos alimentos, así como por la poca cantidad que reciben, mientras que la mayoría se mantienen con miedo de sufrir alguna represalia si levantan la voz.

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