Denuncias realizadas desde la prisión Kilo 5 1⁄2, ubicada en la provincia de Pinar del Río, señalan que un recluso falleció electrocutado a causa de una negligencia por parte de la administración del instituto penitenciario.
De acuerdo con el medio independiente CubaNet, un reo los contactó desde el interior de la prisión para informarles que la muerte ocurrió la mañana del jueves 17 de noviembre, mientras el fallecido se encontraba realizando labores de chapeo en una azotea.
“Él murió por una negligencia de ellos aquí, porque estaba chapeando arriba de una azotea de dos metros de altura donde había un cable de alta tensión”, indicó este recluso durante una llamada telefónica bajo condición de anonimato.
Esta persona identificó al fallecido como Yampier Justi, quien residía en la barriada de Colón, en el municipio de Centro Habana, en la capital del país.
De igual manera, el hermano del fallecido, Adonis Ruíz Justi, se comunicó con el citado medio independiente, confirmando así los hechos que ocurrieron en la prisión.
El hombre afirmó además que, hasta el momento de contactarse con CubaNet, las autoridades de la cárcel no se habían molestado en darle detalles de lo sucedido.
“A mí no me han explicado nada. Solamente me dijeron que mi hermano se electrocutó; me llamaron de la prisión y me dieron la noticia y ya, más nada. Hay que esperar a que lo traigan para acá para ver cómo fue la situación”, indicó Ruíz.
La prisión es conocida por la severidad con la que trata a sus reclusos, y se encuentra ubicada en la parte más occidental del país.
A lo largo de los años, denuncias similares han dejado entrever la situación que muchos de los prisioneros deben de pasar en este y otros centros penitenciarios de la Isla, donde se mantienen bajo condiciones infrahumanas hasta que cumplan con sus sentencias.
Denuncias hechas por los prisioneros, así como por sus familiares desde el exterior, aseguran que muchos de estos deben pasar sus días en celdas húmedas y sucias, algunas sin tener alguna fuente de luz.
Esto los expone a un sinfín de enfermedades, como el dengue, el COVID-19 y la sarna, pues las camas en las que deben pasar la noche, aquellos que las tienen, se encuentran sucias y llenas de vectores potencialmente peligrosos.
De igual manera, el trato que reciben los reos por parte de los guardias de seguridad ha provocado preocupación entre las familias de los detenidos, pues en muchas ocasiones se ha denunciado una constante ausencia de interés en su bienestar. A inicios de mes, se supo del suicidio de un joven reo en la provincia de Cienfuegos, quien habría pasado casi cinco horas sin vida en un baño de la prisión sin ser descubierto, algo que sus familiares consideran inaceptable.
