Acostado en una camilla y con una bombona de oxígeno llegó el expresidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, al aeropuerto internacional de Puerto Príncipe para tomar un avión ejecutivo que aterrizó en Cuba para tratarse de COVID-19.
De acuerdo con EFE, el exmandatario depuesto por las armas en dos ocasiones (1991 y 2004), tiene 67 años.
El presidente haitiano, Jovenel Moïse, confirmó la noticia en su cuenta de Twitter, en la cual deseó una pronta recuperación al popular exmandatario.
El pasado fin de semana Moïse facilitó a Aristide la obtención de un pasaporte diplomático con calificación de motivo humanitario, y desestimó rejuegos políticos con el acto, de acuerdo con declaraciones del primer ministro interino, Claude Joseph.
El viaje del expresidente haitiano ocurrió en medio de un rebrote de la pandemia en el país que cobró la vida de varias personalidades, entre ellas, René Sylvestre, presidente de la Corte de Casación, la mayor instancia judicial de la nación.
Haití alcanzó los 400 fallecidos por COVID-19, una cifra que supone un agravamiento de los efectos de la pandemia en el país, puesto que el 53 % de los fallecidos y el 36 % de los contagios se han producido desde los primeros días de mayo pasado, cuando las autoridades consideran que se desató la segunda ola de la pandemia en el país.
Los expertos relacionan el aumento con la circulación de las variantes provenientes de Brasil y el Reino Unido, conocidas por su virulencia y letalidad, y reconocieron que la cifra real puede ser cinco veces superior, pues aún muchas personas superan la enfermedad o mueren en sus casas, sin acceder a las instituciones sanitarias.
Aristide fue el primer presidente elegido democráticamente en la historia de Haití, en las elecciones celebradas en 1990 tras el régimen dictatorial encabezado por François Duvalier y continuado luego por su hijo Jean-Claude Duvalier.
