Baterista cubano Eduardo Longa sufre salvaje asalto en La Habana

El baterista cubano Eduardo Longa sufrió un fuerte asalto la madrugada de este domingo 25 de mayo, lo que lo dejó víctima de graves golpes y lesiones.

El músico fue asaltado durante la madrugada, al salir de una presentación en el centro cultural Submarino Amarillo, en El Vedado, de La Habana. El ataque ocurrió en la vía pública y resultó en lesiones graves para el músico.

Durante la agresión, le sustrajeron su moto eléctrica, teléfono, billetera, tarjetas y casco. Enrique de la Osa, fotógrafo y amigo del músico, informó que Longa sufrió múltiples golpes, en un asalto extremadamente violento, considerando que no puso resistencia.

“Severos traumatismos: puntos por dentro de la boca, puntos por dentro de la nariz, desvío del tabique, además de golpes en brazos y varias fracturas en la cabeza, es decir, fue un ataque a matar”, explicó.

El músico no recuerda si fue agredido con algún objeto contundente. Longa se encuentra en su vivienda bajo cuidados médicos. Hasta el lunes no había presentado una denuncia formal.

De la Osa pidió apoyo, especialmente a quienes residen en Miami, para colaborar con medicamentos y ayuda solidaria.

El incidente ocurre en un contexto de creciente inseguridad en La Habana, donde se han reportado numerosos robos y ataques a ciudadanos en medio de la crisis económica.

En redes sociales, usuarios expresaron preocupación por el aumento de estos hechos, recalcando que este tipo de robos violentos son cada vez más frecuentes.

“Es muy triste a lo que hemos llegado. Ya no hay tranquilidad”; “Ni dentro de tu casa estás seguro”; “Es la ley de la selva”, fueron algunos de los comentarios.

También se han reportado casos similares contra visitantes extranjeros. En días recientes, dos turistas rusas fueron asaltadas en La Habana Vieja mientras caminaban por el centro histórico.

Los atacantes, que llevaban gafas oscuras, las golpearon y les robaron bolsos con dinero, documentos y el pasaporte de una de ellas.

Pese a los gritos, no recibieron ayuda y no había presencia policial en el lugar. Tampoco encontraron orientación en su hotel tras el incidente.

Una de las turistas tuvo que solicitar un documento especial para regresar a Rusia. El caso ha generado nuevas preocupaciones sobre la seguridad en zonas turísticas, mientras las autoridades insisten en que Cuba sigue siendo un destino seguro, a pesar del aumento de robos y agresiones.