El Ministerio de Justicia de España ordenó expedir el pasado viernes, 14 de noviembre, la carta de sucesión por el marquesado de Campo Florido a nombre de una cubana nonagenaria, tras un litigio iniciado en 2017 por la dama caribeña, informó el diario El Mundo.
El Tribunal Supremo le dio la razón a María Elena de Cárdena, de 98 años, en noviembre de 2019, quitándole así el título nobiliario a Alicia Alcocer Koplowitz, hermana de la actual presidenta de Fomento de Construcciones y Contratas y mediana de las tres hijas de la empresaria Esther Koplowitz.
Alicia, de 48 años, recibió este marquesado en mayo de 2003 por cesión de su madre, quien lo había heredado, a su vez, de su tío José Arturo Romero de Juseu y Armenteros.
Las Koplowitz descienden —por vía materna— de una poderosa familia de La Habana, que poseía plantaciones y tenían lazos de parentesco con Miguel Cárdenas y Santa Cruz, primer marqués de Campo Florido, a quien Fernando VII otorgó este título en 1826.
Mientras que María Elena, de madre sevillana y nacida en Cuba, emigró con su familia a principios de la década de los 60 a Miami, para huir de la Revolución. Hoy en día, se ha convertido en el mayor “azote nobiliario” de las hermanas Koplowitz y sus vástagos. Sobre todo, porque también amenaza con llevarse el marquesado de Bellavista, título otorgado por el rey Amadeo I a Gabriel de Cárdenas, regidor de La Habana.
Esta hecatombe tiene su origen en las grandes y nobiliarias familias cubanas, cuyos sucesores huyeron de la Isla después de 1959, ocupados en salvar su dinero y obviaron bucear en su genealogía para rescatar los títulos de sus antepasados. Muchos de los cuales quedaron vacantes. Lo que permitió a grandes fortunas españolas, como las Koplowitz, lograr sus objetivos.