Las autoridades de Miami-Dade arrestaron a un hombre de origen cubano acusado de haberse robado una cadena valorada en 45.000 dólares.
De acuerdo con el medio local América TeVé, el hombre fue identificado como David Alfredo Valdés, de 31 años de edad y residente en Miami Lakes, quien también habría amenazado a la víctima para evitar que esta interpusiera una denuncia ante las autoridades.
El arresto de Valdés se realizó el pasado jueves, y el robo habría tomado lugar en la barbería G-Cut, en la avenida 81 y la calle 8 del suroeste del condado, mientras el dueño de la cadena intentaba venderla.
Valdés acudió al lugar como un cliente, y aseguró estar interesado en adquirir la pieza de joyería, por lo que pidió permiso para probársela alrededor del cuello.
Luego de eso, el hombre aprovechó un momento de distracción por parte del propietario de la cadena para salir corriendo por la puerta trasera de la barbería, escapando enseguida de la zona.
El dueño, quien contaba con el número telefónico de Valdés, lo llamó para exigir que devolviera la cadena.
El cubano dijo que regresaría la cadena a cambio de que el propietario cancelara cualquier denuncia hecha ante la policía.
El medio recalca que durante las negociaciones para devolver la cadena, Valdés amenazó al dueño, diciéndole que lo mejor era evitarse problemas con las autoridades, pues este “sabía dónde vivía”.
Valdés terminó siendo arrestado en la estación de servicio “Valero”, ubicada en Hialeah, y se encuentra acusado de hurto mayor, extorsión y agresión.
El reporte policial señala que Valdés no quiso regresar la cadena, señalando que prefería ser llevado a la cárcel.
Al presentarse ante corte, el acusado aseguró no haberse robado nada, pues contaba con un presunto papel que acreditaba la compra de la cadena.
“Yo no me robé nada, yo tengo el papel”, declaró Valdés ante la jueza Mindy S. Glazer, quien le fijó una fianza de 15.000 dólares, además de una orden para que este no se acercara al propietario de la cadena.
Vecinos en la zona y trabajadores de establecimientos aledaños señalan haberse sorprendido por la noticia, pues la zona en la que se llevó a cabo el robo suele ser una “muy tranquila”, en la que viven personas decentes, trabajadoras o ya retiradas.
