Nuevas evidencias sobre el meteorito de Chicxulub que extinguió la vida en el planeta

Chicxulub es considerado un laboratorio natural para el estudio de la formación de cráteres. (NASA)

Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, informó que luego del impacto del meteorito en Chicxulub, México hace sesenta y seis millones se produjeron una serie de eventos catastróficos en el planeta que terminó con infinidad de organismos vivos.

El impacto del meteorito de más de diez mil metros de diámetro cayó sobre la Península de Yucatán que en aquel entonces estaba sumergida en el océano y fue tan potente que desencadenó un cataclismo que incluso acabó con la vida de los dinosaurios.

Luego de múltiples estudios, hoy los científicos han podido reconstruir aquel fatídico día que llevó a la extinción a los enormes reptiles.

De acuerdo a los especialistas, el impacto del asteroide liberó una energía equivalente a la de diez mil millones de bombas atómicas, como la de Hiroshima, produciendo que toneladas de rocas volaran por los aires cubriendo la atmósfera de polvo que tapó la luz del sol con una densa nube que lo cubrió todo (impidiendo la fotosíntesis), generando un “pulso térmico” que alcanzó temperaturas de más de 500 grados.

El subsiguiente tsunami llevó agua de lo que hoy conocemos como el Caribe mexicano hasta los grandes lagos del norte de Estados Unidos, a más de dos mil 500 kilómetros de distancia.

La generación de un profundo cráter abierto al océano permitió una rápida inundación y tasas de acumulación de sedimentos entre las más altas conocidas en el registro geológico.

Ante los impactos se produjeron terremotos, deslizamientos de tierra y grandes tsunamis.

Los resultados obtenidos surgieron luego de que un grupo multidisplinario perforara un solo pozo en el cráter de impacto Chicxulub en la plataforma continental de Yucatán, recuperando el núcleo de 505.7 a 1334.73 metros por debajo del fondo marino con ~ 99% de recuperación del núcleo y adquiriendo troncos de fondo de pozo para toda la profundidad.

Cabe mencionar que desde 2016, el Programa Internacional de Descubrimiento Oceánico desde una plataforma de perforación en alta mar, ha permitido a los investigadores describir con detalles sin precedentes cómo fueron las primeras 24 horas después del impacto.

Por otro lado, el cráter Chicxulub, en México, destaca por ser el único con estructura de impacto terrestre relacionada con un evento de extinción masiva de flora y fauna, además gracias a una gran acumulación de sedimentos y su excepcional estado de conservación, este cráter de impacto se considera un importante laboratorio natural para el estudio de la formación de cráteres en la Tierra y otros planetas, y sus efectos en el medio ambiente.

El sitio del impacto del enorme meteoro se ubica en la zona maya de México, cuyo sitio de nombre Chicxulub, significa en lengua maya ‘pozo del diablo’, una forma irónica para pensar en todo aquello que fue arrasado y quemado hace millones de años.

Con Información de PROCEEDINGS NATIONAL ACADEMY OF SCIENCES

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