A través de las resoluciones 21 y 22 del Ministerio de Finanzas y Precios, publicadas en la Gaceta Oficial No. 33, el régimen castrista aumentó los precios de los productos contemplados dentro del Programa de Medicina Natural y Tradicional.
Este cambio entró en vigor el viernes 3 de mayo, y permite a los gobernadores de las provincias el aprobar los precios minoristas en pesos cubanos “de los productos del Programa de la Medicina Natural y Tradicional, de elaboración local dispensarial, hasta los límites que se establecen por el ministro de Finanzas y Precios”.
Una tabla de precios publicada por las autoridades señala que productos como el champú, el colutorio y las cremas se venderán a partir de ahora a precios máximos de entre 24 y 50 pesos cubanos (CUP).
De acuerdo con el medio oficialista Granma, esta nueva medida forma parte de un plan para “corregir distorsiones” y “reimpulsar la economía”, el cual fue anunciado por el primer ministro de la Isla, Manuel Marrero Cruz.
En un intento por justificar este aumento de precio en medio de una creciente inflación, el régimen aseguró que los precios actuales de dichos productos “prácticamente simbólicos” y están desactualizados con respecto al gasto que tiene su manufactura.
El titular de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, indicó durante una conferencia de prensa que en esta modificación no están incluidos los surtidos que son reconocidos como medicamentos por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, como lo son el PPG, el Trofín, y el Oleozon.
De igual manera, el funcionario indicó que algunos de los productos contarán con su precio de comercialización, pues los costos reales de su elaboración eran demasiado altos.
“Esta medida pretende fundamentalmente disminuir la participación del subsidio del Presupuesto del Estado en esta actividad, así como hacer que el Programa sea sostenible y pueda cubrir sus costos y gastos”, dijo Regueiro Ale.
Según cifras compartidas por el Ministerio de Finanzas y Precios, el año pasado se destinaron 1.000 millones de CUP del presupuesto estatal a producir la medicina natural, y con los nuevos precios el estado pasaría a subsidiar solo 300 millones de CUP.
