Régimen admite que usa harina vencida para elaborar el pan normado
Esto ocurrió pese a que se detectaron olores a moho, sabor fermentado, textura gomosa y un inusual color amarillento en la harina
Las autoridades de la Empresa Provincial Productora de Alimentos (EPPA) en Villa Clara admitieron oficialmente el uso de harina vencida y deteriorada en la elaboración del pan de la canasta básica, según un comunicado fechado el 3 de julio de 2025.
La carta, dirigida a las bodegas locales, confirma que el producto se encuentra fuera de la fecha de rotación y presenta severos signos de deterioro físico y microbiológico.
El documento revela que las harinas distribuidas estaban vencidas desde mayo y junio, y muchas presentaban graves daños por “plagamientos intensos”, resultado de un mal almacenamiento y el efecto de las altas temperaturas.
A pesar de estas condiciones, EPPA continuará utilizando estos insumos debido a la escasez de materia prima en la provincia.
Análisis realizados por la Oficina Nacional de Inspección Estatal de la Tecnología (ONIET) detectaron en la harina olores a moho, sabor fermentado, textura gomosa y un inusual color amarillento.
El pan producido con esta mezcla presenta superficie arrugada, miga reseca, manchas visibles y mal olor.
Denuncias, repudio y silencio oficial
La noticia ha provocado una ola de críticas en redes sociales. Usuarios cuestionan la impunidad de las entidades estatales frente a la severidad que enfrentan los negocios privados.
“A un cuentapropista lo multan por vender algo vencido, pero el Estado lo autoriza por carta y no pasa nada”; “Ese pan no es para cerdos, es para seres humanos” y “Cada día nos damos más cuenta de que no les importa el pueblo”, fueron algunos de los comentarios.
Especialistas advierten que el calor del horno no elimina las toxinas fúngicas presentes, las cuales pueden causar daños graves, especialmente en niños y ancianos, los principales consumidores del pan normado.
En meses anteriores, algunas panaderías fueron inspeccionadas tras un aumento de presión por parte del pueblo. En ellas se detectaron también violaciones en el pesaje del pan, lo que generó multas y promesas de sanciones. Sin embargo, no se ha informado de la destitución de ningún funcionario ni de la retirada del producto de la distribución oficial.
EPPA asegura haber reforzado los controles internos y promete aplicar medidas a quienes incumplan los protocolos. Aun así, la desconfianza de la población persiste, alimentada por la opacidad institucional y la falta de rendición de cuentas.
