EEUU pone fin al TPS para migrantes de Nicaragua y Honduras
Esto pone fin a un beneficio que ha resguardado a miles de inmigrantes de la deportación desde los años 90
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) ha confirmado la finalización del Estatus de Protección Temporal (TPS) para Nicaragua y Honduras, una medida que ha resguardado a miles de inmigrantes de la deportación desde los años 90.
El anuncio fue realizado por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, el fin de semana, y la decisión se hará efectiva 60 días después de su publicación en el Registro Federal.
Aunque el comunicado se centró en Nicaragua, fuentes dentro del DHS indicaron que la medida también afecta a los inmigrantes hondureños. De acuerdo con el Departamento, la determinación se basa en que las condiciones ambientales que originaron el TPS en 1999 ya no existen, lo que justifica el fin de este beneficio.
“El desastre natural de 1999 que motivó el TPS para Nicaragua ya no tiene efectos vigentes”, afirmó un portavoz del DHS, subrayando que la situación ha mejorado lo suficiente como para permitir el regreso seguro de los nicaragüenses a su país.
Evaluación del fin del TPS
La cancelación del TPS para ambos países llega tras una evaluación exhaustiva realizada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS) y el Departamento de Estado. Se concluyó que las condiciones actuales en Nicaragua y Honduras no cumplen con los requisitos legales para mantener el estatus de protección temporal.
“Esta decisión restaura la integridad del sistema migratorio y reafirma que el TPS debe seguir siendo una medida temporal”, destacó el DHS en su comunicado oficial.
Incentivos para los beneficiarios
Como parte de este nuevo enfoque migratorio, el DHS ha lanzado un programa de retorno voluntario “seguro y digno” para los beneficiarios del TPS que decidan regresar a sus países de origen.
Los nicaragüenses y hondureños que opten por la salida podrán utilizar la app CBP Home para reportar su salida de EEUU y acceder a un programa que incluye un pasaje aéreo gratuito, un bono de salida de 1.000 dólares y la posibilidad de migrar legalmente en el futuro, dependiendo de la evaluación de su caso.
Incertidumbre y respuestas ante la medida
Este cambio de política genera incertidumbre entre los inmigrantes que han construido sus vidas en Estados Unidos durante décadas bajo el amparo del TPS.
Se estima que alrededor de 72.000 hondureños y 4.000 nicaragüenses son beneficiarios del TPS, y su futuro en el país ahora está en duda.
Organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes ya están preparando recursos legales y apelaciones al Congreso para encontrar una solución permanente para estos beneficiarios con más tiempo en el país.
Con esta medida, el gobierno de Trump también intensifica la vigilancia, detenciones y deportaciones de migrantes, afectando no solo a los nuevos inmigrantes, sino también a aquellos que llevan años viviendo, trabajando y estableciendo familias en EEUU.



