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Crisis en Santiago de Cuba: piden hasta 25.000 CUP por una pipa de agua

A esta escasez se suman los problemas de suministro de combustible y de energía, lo que dificulta aún más la distribución del agua a las viviendas

Santiago de Cuba vive una crisis de agua potable que se agrava cada día. A la ya crítica situación de los apagones diarios, que suman hasta 20 horas, se añade la escasez crónica del vital líquido. La ciudad, que enfrenta temperaturas superiores a los 30 grados Celsius, se ve azotada por la falta de lluvia y por una infraestructura de acueducto que no funciona correctamente.

Los embalses de la ciudad, como el Charco Mono, se encuentran completamente secos, y el sistema de Gota Blanca dejó de abastecer agua el 7 de julio. La falta de lluvias y las fallas en las instalaciones han empeorado una situación que ya era compleja.

A esta escasez se suman los problemas de suministro de combustible y de energía, lo que dificulta aún más la distribución del agua a las viviendas.

El negocio del agua: una situación insostenible

Ante la falta de agua, algunos aprovechan la crisis para lucrar con el sufrimiento de la población. Se ha documentado que el precio de una pipa de agua puede alcanzar hasta los 25.000 pesos cubanos (CUP), lo que equivale a unos 50 USD en el mercado informal.

Los anuncios en redes sociales muestran la desesperación de los santiagueros, quienes luchan por acceder a este servicio esencial. Muchos culpan al régimen por la calamidad y la falta de soluciones efectivas.

Este tipo de publicaciones son comunes en la provincia. (Captura de pantalla © Alex Victor Melgares Legrá-Facebook)
Este tipo de publicaciones son comunes en la provincia. (Captura de pantalla © Alex Victor Melgares Legrá-Facebook)

Corrupción en la distribución del agua

Algunos usuarios han señalado que funcionarios de la Empresa Aguas Santiago estarían involucrados en una red de corrupción, vendiendo las pipas de agua en el mercado negro.

A medida que la demanda crece, las personas luchan por acceder a las pocas cisternas disponibles, lo que ha generado una competencia feroz. También se ha visto un aprovechamiento de la situación para vender hielo, ante la escasez de electricidad.

En medio de esta calamidad, muchos santiagueros no tienen más opción que recurrir a la solidaridad de sus vecinos para sobrevivir. Estos usuarios señalan que han tenido que cambiar su rutina diaria para adaptarse a la falta de agua.

“Me baño una sola vez al día, y trato de ahorrar lo más que puedo”, comentó una de estas personas.

Carnaval en medio de la crisis

A pesar de la grave crisis, el gobierno local aprobó la realización del carnaval de Santiago de Cuba, que se celebró del 23 al 27 de julio.

Esta decisión ha generado indignación en la población, que considera inapropiado destinar recursos a una fiesta mientras la gente enfrenta la escasez de agua. La celebración ha abierto un debate sobre las prioridades del gobierno en medio de una crisis sanitaria y social.

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