Destructores de la Armada de EEUU ya están cerca de las costas de Venezuela
Estos buques están diseñados para realizar misiones antisubmarinas y contrarrestar objetivos aéreos y marítimos
Tres destructores de misiles guiados de la Armada de Estados Unidos, el USS Sampson, el USS Jason Dunham y el USS Gravely, continúan su rumbo hacia las costas de Venezuela, esto luego de una orden emitida por el presidente Donald J. Trump.
Según fuentes del Pentágono citadas por el medio Miami Herald, la llegada de estos buques a la región podría producirse esta misma semana. Es importante recordar que este despliegue naval forma parte de una operación que tiene como objetivo la lucha contra los cárteles de la droga en América Latina.
Los tres destructores forman parte de la clase Arleigh Burke, conocida por su versatilidad y potencia de fuego, lo que les permite hacer frente a amenazas simultáneas en el aire, el mar y la tierra.
Estos buques están diseñados para realizar misiones antisubmarinas y contrarrestar objetivos aéreos y marítimos.
Su presencia frente a las costas de Venezuela, uno de los despliegues más importantes de la Armada estadounidense en el Caribe en los últimos años, refleja la creciente tensión política y militar en la región.
El sistema Aegis: tecnología avanzada en el centro del despliegue
Cada uno de los destructores lleva a bordo el sistema Aegis, un conjunto de radares y misiles que permite detectar, rastrear y neutralizar amenazas de forma precisa en tiempo real.
Con la capacidad de disparar misiles Tomahawk de largo alcance, cohetes antisubmarinos y proyectiles de alta precisión, estos barcos se convierten en un elemento crucial de disuasión contra el narcotráfico y otras amenazas en la región.
Una operación militar que involucra a miles
Acompañados por aviones de patrulla marítima P-8 Poseidon y un submarino nuclear de ataque, los destructores forman parte de una operación que involucra a unos 4.000 marineros e infantes de marina.
Los funcionarios de la Casa Blanca han declarado que el objetivo de la operación es frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos y desmantelar las redes criminales transnacionales. Sin embargo, algunos analistas ven en esta operación una clara presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, acusado por Washington de liderar el Cartel de los Soles.
Reacción de Caracas ante el despliegue estadounidense
La respuesta del gobierno venezolano no se hizo esperar. Tras el anuncio de la decisión de Trump, Nicolás Maduro dijo que movilizaría a 4,5 millones de milicianos en todo el país para “defender la soberanía nacional”, pues vio el operativo antidrogas como un ataque directo a su país.
En un discurso, Maduro afirmó que las milicias, equipadas con fusiles y misiles, se encargarán de proteger “mares, cielos y tierras” frente a la amenaza de Estados Unidos. Sin embargo, expertos señalan que la capacidad operativa de estas milicias es limitada en comparación con el poderío naval y aéreo estadounidense.
El despliegue de destructores en las aguas cercanas a Venezuela forma parte de una serie de medidas de Washington que han incrementado la presión sobre Caracas.
La designación de varios cárteles latinoamericanos como organizaciones terroristas, la inclusión del Cartel de los Soles en esa lista y la oferta de una recompensa por la captura de Maduro han aumentado la tensión.
