Santiago de Cuba: asaltan a estudiante en guagua a pleno día y nadie interviene
Con la unidad llena, pero como si no hubiera nadie, denunció la inseguridad y la indolencia de los cubanos, que pudieron haber detenido al ladrón
A plena luz del día y ante numerosos testigos, la estudiante de quinto año de Medicina Dariannis Ramírez Rodríguez fue víctima de un robo en la terminal de Calle 4, en Santiago de Cuba, sin que nadie hiciera nada para auxiliarla.
En el sitio, ampliamente señalado por su peligrosidad, la joven, residente del municipio Songo-La Maya, fue despojada de su teléfono cuando un hombre introdujo la mano en su bolso y la amenazó con un arma blanca para impedir que reaccionara.
A través de redes sociales, el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada compartió la denuncia del padre de la víctima, Eminaldo Ramírez Mustelier, quien reprochó que nadie interviniera a pesar de la cantidad de personas presentes.
“Hoy fue un teléfono, pero pudo haber sido la vida de mi hija”, declaró indignado, cuestionando la desprotección en la que se encuentran los ciudadanos.
También lanzó un reclamo directo a las autoridades políticas, judiciales y policiales de la ciudad, preguntando hasta cuándo seguirán permitiendo que los delincuentes actúen sin consecuencias.
El hecho no es aislado. La propia terminal de Calle 4 ha sido señalada en múltiples ocasiones como escenario de robos y atracos, sin que exista hasta ahora una respuesta eficaz de las instituciones.
La violencia en Santiago de Cuba ha alcanzado niveles preocupantes. En el distrito José Martí, dos jóvenes cocheros fueron golpeados y despojados de su coche en medio de la oscuridad.
En otro episodio reciente, un ataque con arma blanca dejó dos heridos, en una zona concurrida donde no había presencia policial.
En el reparto Agüero-Mar Verde, vecinos capturaron y ataron a un poste a un ladrón armado que intentó robar bajo amenazas.
El sujeto permaneció retenido más de una hora hasta que llegó la policía, reflejo de la falta de confianza en las autoridades.
Los crímenes también alcanzaron a entidades estatales. Seis individuos armados asaltaron la sede de Servicios Comunales y se llevaron más de cinco millones de pesos, dejando a sus empleados sin salario y sin respuestas.
Asimismo, en la cooperativa Nuevo Mundo, en Dos Caminos, un custodio fue asesinado presuntamente por ladrones que buscaban robarle un mulo, lo que generó terror en la comunidad al saberse que uno de los atacantes residía cerca.



