¿Se puede vivir bien en Cuba? Cubano presume moderna casa y autos
El hombre tiene hasta paneles de energía solar en el techo, por lo que los apagones no deben afectarle, pero muchos cuestionan su fortuna
Un cubano compartió en TikTok un video en el que muestra su vivienda recién construida y los autos que posee en Cuba, lo que desató un acalorado debate entre usuarios cubanos por presumir una fortuna que difícilmente puede crearse y mantenerse en la Isla.
En las imágenes se observa una casa de una planta con fachada moderna, que ni siquiera parece cubana, portal con mecedoras, garaje techado y paneles solares en el techo.
En la entrada aparecen dos vehículos: un Toyota Corolla negro y un Nissan Sentra blanco, ambos modelos muy cotizados en el mercado local.
Sin embargo, el historial de la Isla de no poder mantener propiedades de este tipo sin forzosamente tener algún tipo de relación amistosa con la dictadura cubana, o directamente ser parte de ella, hicieron que le llovieran fuertes críticas al usuario en cuestión.
“Hasta que Raúl Castro se enamore de uno de esos y te los quite”, escribió un internauta en alusión a las expropiaciones arbitrarias que han marcado la historia reciente de Cuba.
“No sé por qué en Cuba una casa vale menos que un carro, si es más necesaria”; “Una casa en Cuba y en una calle de tierra no la quiero ni regalada”, fueron otros de los comentarios.
La publicación mostró las contradicciones del mercado inmobiliario y automotriz en la isla, donde una vivienda suele costar menos que un automóvil de segunda mano, pese a la crisis habitacional que atraviesa el país.
La seguridad jurídica de la propiedad privada sigue siendo motivo de dudas. Aunque algunos aseguran no tener problemas con sus títulos legales, persiste el temor de posibles expropiaciones debido a un marco regulatorio ambiguo.
La situación contrasta con la realidad de miles de cubanos que carecen de un hogar digno, como familias enteras sobreviven en almacenes abandonados, bodegas adaptadas o casas improvisadas con cartón y materiales de desecho.
El déficit habitacional supera ampliamente la capacidad de respuesta estatal, y el acceso a créditos o materiales de construcción resulta prácticamente imposible para la mayoría.
A la crisis inmobiliaria se suma el colapso del transporte público que haría necesario un automóvil si no fuera de lo más costoso adquirir y mantener uno en la Isla, ante la falta de combustible y refacciones.
Los ómnibus urbanos circulan con frecuencia insuficiente, las rutas están saturadas y el deterioro del parque automotor obliga a miles de personas a depender de camiones particulares o a esperar horas para trasladarse.
Esta situación agrava la desigualdad social, pues quienes cuentan con autos privados o acceso a taxis en divisas disfrutan de una movilidad impensable para la mayoría de la población.
@josesantalla433♬ sonido original – 𝕽𝖔𝖑𝖎𝖙𝖆𝖘𝖒𝖎𝖝03
