Régimen lucha por reconectar el SEN: genera solo 1.000 MW tras apagón total
La CTE Antonio Guiteras en Matanzas aún está en proceso de arranque, y se espera la reconexión de la Céspedes en Cienfuegos
A pesar de los esfuerzos por restablecer el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), este 11 de septiembre, la situación eléctrica en Cuba sigue siendo crítica, mientras el régimen celebra los míseros avances en la reconexión tras el apagón que dejó sin luz a todo el país este miércoles 10 de septiembre.
Según la última actualización de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), el país se encuentra generando alrededor de 1.000 MW, una cifra que, aunque muestra una leve mejora desde el apagón total ocurrido menos de 24 horas antes, sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades del país.
Las plantas que se encuentran fuera de servicio siguen siendo un obstáculo importante. Entre ellas, se destacan la Antonio Guiteras en Matanzas, que aún está en proceso de arranque, y la Céspedes en Cienfuegos, cuya unidad 3 está próxima a sincronizar.
A pesar de que se ha logrado poner en servicio varias plantas, como las unidades 8 y 6 en Mariel y las unidades en Nuevitas (Camagüey), la capacidad total de generación sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda nacional.
Además, el proceso de restablecimiento está aún lejos de ser completo, pues las áreas de Pinar del Río, Artemisa, Granma, Santiago y Guantánamo siguen experimentando interrupciones en el suministro eléctrico.
Según el parte oficial de la UNE, el objetivo inmediato es enlazar dos sistemas principales de generación: uno que va de Mariel a Guiteras y otro que va de Matanzas a Holguín.
Esta conexión es crucial para lograr una cobertura más amplia y avanzar hacia un sistema interconectado, lo cual se espera suceda en las próximas horas.
Sin embargo, este plan parece seguir siendo una promesa incumplida en el contexto de la constante ineficiencia en la gestión del sector eléctrico.
El mensaje del director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, Lázaro Guerra Hernández, es claro, pero al mismo tiempo resulta insostenible.
En su informe se celebra que, en menos de 24 horas, el país ha pasado de una “situación de apagón total” a una generación de 1.000 MW, pero la realidad es que los cortes de electricidad continúan afectando a gran parte de la población cubana, especialmente en las regiones más alejadas del centro y oriente del país.
El problema subyacente de la infraestructura eléctrica cubana no se resuelve simplemente con el restablecimiento parcial del servicio.
Si bien es positivo que el país esté avanzando en la reconexión de la red, lo cierto es que la crisis estructural sigue sin respuesta.
Las plantas en mal estado, los cortes continuos y la falta de un plan sostenible de mantenimiento y renovación del sistema eléctrico son las principales causas de una crisis que parece no tener fin.
Las autoridades siguen sin ofrecer una solución definitiva que garantice un servicio eléctrico estable y confiable para la población.
Mientras tanto, los cubanos continúan soportando las consecuencias de un sistema eléctrico obsoleto y gestionado de manera deficiente, que se mantiene en un estado crítico sin ninguna perspectiva real de mejora a corto plazo.



