Denuncian puente a punto de colapsar en Santiago de Cuba por fuertes lluvias
Las intensas lluvias en la provincia santiaguera causaron también inundaciones en varios puntos, el desborde de un río y derrumbes
Las fuertes lluvias del fin de semana en el municipio de Guamá, Santiago de Cuba, dejaron al borde del colapso el puente de Cañizo, una vía clave para la movilidad de residentes y transportistas en la zona.
El temporal socavó parte de la estructura y dejó expuesta la base de hormigón, lo que compromete seriamente su resistencia y seguridad.
De acuerdo con reportes locales, actualmente solo la losa superior del puente se mantiene en pie, aunque en condiciones precarias.
Las autoridades advirtieron que cualquier peso adicional podría afectar su estabilidad, por lo que recomendaron transitar con extrema precaución mientras se organizan medidas de emergencia.
El puente conecta varias comunidades rurales con el centro del municipio y es esencial para el traslado de personas, mercancías y servicios básicos.
Su deterioro vuelve a poner sobre la mesa la fragilidad de la infraestructura en Cuba, un país que sufre año tras año los estragos de tormentas y huracanes, sin que se vean inversiones suficientes para proteger a la población.
El paso de la tormenta tropical Imelda no solo dejó daños en Guamá. En Guantánamo, el puente provisional de Imías se desplomó tras las lluvias, aislando a comunidades enteras.
En Santiago de Cuba, cinco personas tuvieron que ser rescatadas luego de que el río Sígua se desbordara.
Además, un derrumbe provocado por un deslizamiento de tierra acabó con la vida de Luis Mario Pérez Coiterio, de 60 años, quien falleció mientras dormía en su vivienda.
Aunque el embalse Charco Mono logró recuperarse de la sequía y alcanzar más del 55% de su capacidad en apenas 24 horas, los daños en infraestructuras viales y viviendas reflejan una realidad más dura: Cuba sigue sin estar preparada para enfrentar los fenómenos climáticos que azotan cada temporada.
Los puentes que se desploman, las casas que ceden con cada aguacero y los caminos que quedan intransitables son consecuencia directa de años de desatención.
Mientras tanto, el régimen prioriza inversiones que no repercuten en la vida diaria de los ciudadanos, dejando a las comunidades en constante vulnerabilidad frente a cada tormenta u huracán.
