Crisis energética: solo un 25% de capacidad en las termoeléctricas de Cuba
De las siete CTE en la Isla, tres están fuera de servicio por averías o trabajos de mantenimientos
Las autoridades han reconocido que las centrales termoeléctricas de Cuba trabajan al cuarto de su potencial, una merma que sostiene los apagones prolongados en todo el país.
De las siete CTE, tres están fuera por averías o mantenimientos, entre ellas la estratégica Antonio Guiteras, y las cuatro en línea apenas generan 689 MW, esto frente a los 2.613 MW que se supone deberían aportar, algo insuficiente para cubrir la demanda nacional.
El peso histórico de estas plantas, responsables de cerca del 40% del suministro, se ha diluido por la obsolescencia: muchas datan de los años 60 y 70 y rinden por debajo de lo previsto. La CTE de Felton ilustra el deterioro: solo opera un bloque y entrega 180 MW cuando su concepción apuntaba a 510 MW entre ambas unidades.
La salida reciente de la Guiteras, que retiró 250 MW del sistema, elevó el impacto de los cortes hasta a un 58% del territorio en horas de mayor consumo, por encima de los pronósticos oficiales.
La UNE anunció una parada técnica mayor en la Guiteras a partir de diciembre, con una duración inicial de seis meses. Será la primera intervención de este tipo en 15 años, pese a que los ciclos de mantenimiento deberían ocurrir cada siete.
Expertos independientes calculan que modernizar el sector requeriría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares, montos hoy inalcanzables por la crisis macroeconómica. La inversión escasa y el mantenimiento diferido mantienen presionada la estabilidad del SEN, que ha colapsado al menos seis veces en los últimos dos años.
El retroceso energético golpea a la economía: el PIB cayó 1,1% en 2024 y acumula una contracción de 11% en el último quinquenio. La restricción de oferta eléctrica encarece costos, limita servicios y frena la producción, con efectos en cascada sobre precios y abastecimiento.
El malestar social crece al ritmo de los cortes. Los apagones han sido catalizadores de protestas relevantes, desde las del 11 de julio de 2021 hasta manifestaciones más recientes en La Habana y Gibara en septiembre de 2025, evidenciando el costo político de la crisis.
Déficit esperado
El SEN arrancó este jueves 9 con 1.600 MW disponibles frente a una demanda de 2.660 MW. A las 6:00 a.m. ya faltaban 1.086 MW. Para el mediodía se estima una afectación de 1.050 MW, aliviada parcialmente por la inyección fotovoltaica.
En la punta nocturna se prevé adicionar 160 MW por la entrada de Mariel 6 y Renté 5. Aun así, con una demanda esperada de 3.280 MW y una disponibilidad de 1.760 MW, el hueco sería de 1.520 MW, con afectaciones que podrían alcanzar 1.590 MW.
Entre las incidencias figuran averías en unidades de Felton, Mariel y Renté, además de limitaciones por falta de combustible y lubricante que inmovilizan 561 MW. Permanecen en mantenimiento Santa Cruz 1 y 2 y Céspedes 4, reduciendo el respaldo operativo.
La combinación de equipos envejecidos, paradas prolongadas y escasez de insumos deja al sistema con poco margen para maniobrar ante picos de demanda o nuevas contingencias. Sin un programa de inversiones sostenido, el riesgo de episodios críticos se mantiene alto.
Las autoridades proyectan la gran parada de la Guiteras como una apuesta para recuperar confiabilidad a mediano plazo. Entretanto, los consumidores seguirán expuestos a horarios de interrupciones extensas, con mayor severidad en la franja nocturna.
A falta de señales de financiamiento externo o reformas que aceleren la renovación del parque, el horizonte inmediato sugiere más racionamiento y volatilidad operativa. El costo social y económico de la crisis energética, lejos de ceder, continúa acumulándose.



