Petro no va a Cumbre de las Américas en apoyo a dictaduras comunistas
El presidente colombiano ha sido muy directo con su apoyo a los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, condenados por el principal organizador, EEUU
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que no asistirá a la próxima Cumbre de las Américas, programada para celebrarse en diciembre en República Dominicana, como señal de protesta ante la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela del encuentro.
La decisión del mandatario colombiano se suma a la de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y representa un nuevo episodio de tensiones entre los gobiernos llamados progresistas de la región y Estados Unidos, principal impulsor del evento.
“No asistiré a la Cumbre de las Américas en República Dominicana. El diálogo no comienza con exclusiones”, escribió Petro en su cuenta de X.
El mandatario acompañó su mensaje con una larga reflexión sobre el futuro político del continente y la necesidad de replantear la integración latinoamericana.
Petro explicó que había propuesto a Washington una reunión conjunta entre la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y EEUU, con el propósito de “estudiar la integración económica de una gran América”, pero —según afirmó— nunca obtuvo respuesta.
En su mensaje, acusó además al gobierno estadounidense de mantener una política intervencionista en la región y señaló que “lo que tenemos hoy es una agresión en el Caribe, que se había constituido como zona de paz”, en referencia a un reciente operativo militar estadounidense frente a las costas de Venezuela.
Aunque Petro asegura actuar en defensa del multilateralismo y la soberanía regional, su postura ha generado críticas dentro y fuera de Colombia.
Analistas señalan que el mandatario colombiano suele pronunciarse en favor de regímenes autoritarios como los de Cuba, Nicaragua y Venezuela, mientras su propio país enfrenta problemas internos graves: inseguridad en aumento, crisis económica, divisiones políticas y un descenso en la confianza hacia su gobierno.
Durante su mandato, Petro ha intentado presentarse como un líder de una nueva izquierda latinoamericana que promueve el diálogo Sur-Sur.
En ese sentido, adelantó que su gobierno concentrará esfuerzos en fortalecer la cooperación de la CELAC con la Unión Europea, China, África y Medio Oriente, apostando por alianzas en “energías limpias, conocimiento e inteligencia artificial”.
Sin embargo, su ausencia en la Cumbre de las Américas también refleja el distanciamiento entre Colombia y EEUU, tradicionalmente aliados.
El gesto simboliza una creciente fractura en la diplomacia continental, donde algunos líderes latinoamericanos reprochan a Washington su doble moral: mientras critica a las dictaduras caribeñas, mantiene relaciones con gobiernos cuestionados por violaciones a los derechos humanos y conflictos armados en otras regiones.
El anuncio de Petro llega poco después de que la Cancillería dominicana confirmara que no invitaría a Cuba, Nicaragua y Venezuela “por razones de polarización política”, buscando garantizar la estabilidad del encuentro.
Sin embargo, la exclusión reavivó el debate sobre la legitimidad de un foro que, en teoría, debería promover el diálogo hemisférico.
Así, mientras Petro denuncia exclusiones, sus detractores lo acusan de usar el discurso de la integración para defender regímenes represivos y distraer de los problemas de gobernabilidad en Colombia.
Entre tanto, la región parece cada vez más dividida entre quienes reclaman libertad y quienes —como el mandatario colombiano— insisten en tender puentes con dictaduras que, irónicamente, siguen negando la suya propia.
Le propuse a los EEUU una reunión CELAC/ EEUU para estudiar la integración económica de una gran América.
No hubo respuesta y lo que tenemos es una agresión en el Caribe que se había constituido como zona de paz.
No asistiré a la cumbre de de las Américas en República…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 15, 2025



