Se acabó la tregua: vuelven a aumentar déficit eléctrico y apagones en Cuba
Tras días de relativa estabilidad con déficits inferiores a 1.400 MW, la UNE anunció que nuevamente se redujo la disponibilidad de energía
Luego de una breve mejoría en la demanda de energía que se sostuvo a lo largo de esta semana, este sábado 19 de octubre nuevamente queda en evidencia la crisis del sistema eléctrico de Cuba.
Según el comunicado oficial del Unión Eléctrica de Cuba (UNE), el servicio se vio afectado de manera continua durante toda la noche debido a un déficit de capacidad de generación que alcanzó los 1.486 MW a las 7:30 horas del viernes.
En el horario de las 06:00 horas de este sábado la disponibilidad real fue de 1.770 MW para una demanda de 2.415 MW, lo que significa un déficit de 658 MW, pese a ser el horario de menor consumo de toda la semana.
De mantenerse el pronóstico nocturno para el “horario pico” la disponibilidad aparecería como 1.770 MW frente a una demanda estimada de 3.250 MW, lo que implicaría un déficit de 1.480 MW y una afectación potencial de hasta 1.550 MW.
Este déficit llega luego de cuatro días de demanda relativamente estable, en donde el déficit eléctrico no había superado los 1.400 MW, un índice menor que el promedio que se ha presentado diariamente desde inicios de año, que raya en los 1.600 MW.
Esta situación afecta sobre todo al horario nocturno, cuando la demanda de electricidad se combina con las fallas estructurales del sistema, y lo cierto es que, incluso con un déficit menor, sigue representando apagones de varias horas para la población.
Aunque el gobierno ha promovido la instalación de 32 nuevos parques solares que en el día de ayer generaron 3.100 MWh con una potencia máxima entregada de 564 MW, estos aportes resultan insuficientes para compensar la caída de las unidades térmicas y la falta de combustible.
La crisis es producto de una combinación de factores que el gobierno cubano no ha sido capaz de enfrentar con eficacia, principalmente por su renuencia a invertir en soluciones.
Averías prolongadas en unidades clave de las centrales térmicas —por ejemplo, en las unidades 2 de la CTE Felton, la 3 de la CTE Santa Cruz, la 8 de Mariel y la 3 de la CTE Renté—, así como mantenimiento detenido en otras centrales (unidad 2 de la CTE Santa Cruz y unidad 4 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos), son parte del problema.
También se registran 427 MW fuera de servicio por limitaciones térmicas, 137 MW indisponibles por falta de lubricante, además de problemas de combustible que afectan a más de 604 MW del sistema generador.
Pese a que la UNE reconoce la existencia de un déficit estructural (por ejemplo un parte indicó que el déficit persistía por debajo de los 1 400 MW), los cortes diarios y nocturnos evidencian la falta de gestión efectiva.
La población vive apagones constantes, o más bien, con un sistema eléctrico itinerante, esporádico y nunca estable, especialmente durante la noche, lo que reduce la calidad de vida y agrava la frustración ciudadana.
En provincias del oriente y en ciertas zonas de la capital se reportan horarios de interrupción del servicio que superan las doce horas en jornada nocturna, mientras el gobierno sigue gastando en eventos vacíos, instalaciones turísticas que no se ocupan y mantener una imagen para el mundo que contrasta con su realidad.
