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CUPET reconoce que la refinería de Santiago no se ha recuperado tras Melissa

A una semana del impacto, las autoridades han reconocido que la refinería sigue sin conexión estable al SEN

La refinería Hermanos Díaz, ubicada en Santiago de Cuba, no ha logrado retomar su ritmo previo al impacto del huracán Melissa. A una semana del paso del fenómeno meteorológico, las autoridades han reconocido que la refinería sigue sin conexión estable al sistema eléctrico.

Debido a esto, persisten trabas en la distribución de combustible en el oriente del país, lo que agrava los apagones y la escasez de gas licuado en el territorio.

Las autoridades del sector describen reparaciones en curso y medidas ambientales, mientras hospitales, barrios y servicios básicos operan con severas limitaciones.

Refinería sin plena operación y riesgo ambiental

El director adjunto de CUPET, Irenaldo Pérez Cardoso, señaló que “recuperar las capacidades de la industria es una prioridad para los trabajadores de la refinería santiaguera”.

La empresa trabaja en recolocar las barreras flotantes desplazadas o destruidas por el oleaje. Estos dispositivos son clave para contener posibles derrames de hidrocarburos y evitar afectaciones al litoral.

La falta de energía en la planta impide normalizar procesos y presiona la cadena de suministro, con efectos directos en las gasolineras y en los puntos de venta de gas de uso doméstico. La zona oriental, la más golpeada por el ciclón, sigue con cortes de electricidad extensos y servicios intermitentes.

Déficit eléctrico en alza y suministro doméstico crítico

Según un parte de la Unión Eléctrica de Cuba, el 3 de noviembre de 2025 la afectación por falta de capacidad de generación fue de 1.291 MW.

La producción de parques solares fotovoltaicos no compensa el déficit. El resultado son apagones largos y frecuentes que interrumpen la vida cotidiana y frenan la actividad económica.

La crisis de gas licuado, ya tensa en meses recientes, se intensificó tras el huracán. Familias han regresado a métodos tradicionales de cocción, como leña o carbón, por la falta de cilindros en los puntos oficiales.

“No hay carbón, leña ni corriente”, dijo un residente de Banes, Holguín, quien añadió que comparte la gasolina de su vehículo con vecinos para “echar a nadar” plantas de emergencia, aún sin electricidad cinco días después del evento.

Hospitales colapsados

Santiago de Cuba permanece en emergencia prolongada. El hospital oncológico Conrado Benítez reporta accesos bloqueados por árboles caídos, acumulación de desechos y ausencia de brigadas de limpieza.

Pacientes y familiares afirman que el agua que llega a las salas es turbia y no potable; la usan para el aseo ante la falta de opciones. Sin suministro eléctrico estable, el arranque ocasional de la planta del hospital convierte el entorno en punto improvisado para cargar teléfonos.

En barrios del oriente, damnificados se reunieron para exigir atención. Una mujer denunció que el SIUM cuenta con un solo vehículo y sin combustible, por lo que vecinos auxiliaron a su padre en una urgencia.

Las críticas en redes señalan un uso desigual de recursos y priorización del turismo, con algunos internautas afirmando que estos productos no estarán disponibles para la población general.

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