Tasa de cambio flotante para Cuba es pospuesta hasta el 2026
Desde diciembre de 2024, el gobierno había asegurado que implementaría dicha tasa a mediados de 2025
El jueves 13 de noviembre de 2025, el gobierno castrista anunció que no implementará la tan esperada tasa de cambio flotante antes de finalizar el año, contraviniendo su promesa anterior de que estaría operando en el segundo semestre de 2025.
La noticia, dada en medio de la discusión sobre el Programa para reimpulsar la economía cubana, ha generado desilusión en sectores tanto estatales como privados, que esperaban una solución para corregir el desajuste entre el mercado oficial y el informal de divisas.
Desde diciembre de 2024, el gobierno había asegurado que implementaría una tasa flotante entre el dólar estadounidense (USD) y el peso cubano (CUP), con el objetivo de regular el mercado cambiario y superar las deficiencias del tipo de cambio fijo de 1×120.
Sin embargo, el programa de reformas económicas del gobierno, que se prolongará hasta principios de 2026, ha dejado claro que no se cumplirán los plazos previstos.
Crisis cambiaria y mercado negro
Mientras tanto, el dólar continúa su escalada en el mercado negro, alcanzando niveles récord que presionan especialmente a las pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y a los ciudadanos que dependen de las divisas para adquirir productos básicos.
Según estimaciones de elTOQUE, para finales de noviembre de 2025, el dólar podría superar los 490 CUP, agravando aún más la ya crítica situación económica de la Isla.
Reacciones de los expertos
Especialistas en economía como Pedro Monreal y Mauricio de Miranda han señalado que las metas del gobierno para reactivar la economía, como el control del déficit fiscal, la contención de la inflación y la mejora de la producción agrícola, carecen de un financiamiento claro y no tienen en cuenta la realidad económica del país.
Pavel Vidal, economista y profesor de la Universidad Javeriana de Cali, advirtió que el éxito de la tasa flotante dependería de factores clave como la transparencia en su implementación y la capacidad del Banco Central para manejar la volatilidad cambiaria.
En ese sentido, la evidente falta de estos componentes esenciales sigue minando la confianza en el sistema económico cubano, mismo que enfrenta una innegable crisis desde hace años debido a la pésima gestión del régimen castrista.
