Imponen multa de 40.000 CUP en Ciego de Ávila por precios topados del arroz
El operativo tuvo lugar en las intersecciones de las calles José María Agramonte y Joaquín de Agüero
El Ministerio del Interior (Minint) y el Grupo Provincial de Inspección de Ciego de Ávila impusieron una multa de 40.000 pesos cubanos (CUP) a un vendedor de arroz tras detectarse que violaba el precio topado del grano, en un nuevo esfuerzo del Gobierno para controlar la escalada de precios de alimentos en la Isla.
El operativo tuvo lugar en las intersecciones de las calles José María Agramonte y Joaquín de Agüero, donde los inspectores hallaron irregularidades tanto en el precio como en el peso del arroz.
Esta acción se produce como parte de una serie de operativos destinados a frenar el descontrol de los precios en productos básicos del sector privado, pues este parece ser un privilegio reservado para las tiendas estatales.
El infractor fue multado por ofrecer el arroz a un precio superior al estipulado por el Acuerdo 10093, vigente desde el 5 de marzo de 2025, que establece el precio máximo de 155 CUP por libra.
En este caso, el vendedor violó la normativa al fijar el precio 5 pesos más alto de lo permitido. Además de la multa, las autoridades ordenaron que el arroz fuera vendido a la población al precio correcto y se presentaron dos denuncias por reincidencia.
Acuerdo 10093 y el control de precios en Cuba
El Acuerdo 10093, publicado en la Gaceta Oficial No. 7 del 7 de marzo de 2025, regula los precios de productos como el arroz y el frijol, diferenciando entre precios “abusivos” y “especulativos”.
El precio abusivo se refiere a aquel que supera los márgenes razonables de ganancia, mientras que el especulativo se asocia a operaciones de recompra con fines de reventa a precios elevados. En este contexto, la normativa establece sanciones administrativas y penales para quienes incurran en tales prácticas.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno, en redes sociales y entre la población surgen denuncias de que los precios continúan siendo elevados, sobrepasando los límites establecidos.
Muchos consumidores en Ciego de Ávila afirman que productos básicos como el frijol se venden a precios exorbitantes, como 450 CUP, mucho más que el precio fijado oficialmente.
Demandas de medidas más estrictas
La comunidad local también ha expresado su malestar por la falta de eficacia en los operativos. Vecinos de la zona piden que los inspectores actúen con mayor frecuencia, pues consideran que las inspecciones esporádicas permiten a los vendedores evadir el control.
Algunas voces exigen medidas más severas, como decomisos y juicios, para los infractores, al denunciar que el arroz se vende más en la calle “que en la canasta básica”.
Los comentarios en las redes sociales reflejan desconfianza en los mecanismos de control. Algunos consumidores aseguran que los inspectores son fácilmente sobornables y que las multas no son disuasivas. La manipulación de las pesas también es un tema recurrente, como lo señalaron algunas de las personas que han caído víctimas de esta treta.
El caso del vendedor de Ciego de Ávila es un claro ejemplo de las tensiones entre el Gobierno, los vendedores privados y los consumidores, mientras la escasez de productos básicos y los altos precios continúan afectando gravemente la economía familiar.



