Madre de joven recluta fallecido en el servicio militar culpa oficial del MINFAR
La dolida madre exigió su destitución tras reunirse con altos mandos del mencionado ministerio
La madre de un joven recluta cubano identificado como Antonio Rassi Roque, fallecido el 18 de agosto de 2025 mientras cumplía el Servicio Militar Activo en la Unidad Militar El Calvario, en La Habana, denunció públicamente que un oficial del Ejército hostigó a su hijo hasta quebrar su salud mental.
En ese sentido, exigió su destitución tras reunirse con altos mandos del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR).
La familia responsabiliza directamente al primer teniente Aldo, político de la unidad 5050, y reclama que el caso se investigue a fondo, esto en medio de un periodo de muertes recurrentes de reclutas y falta de rendición de cuentas de las autoridades.
Según el testimonio de la madre, fue recibida en la sede del MINFAR, a petición suya, por el jefe del Ejército Occidental del Estado Mayor, el jefe de la Fiscalía Militar Territorial y el político del Ejército Occidental.
En ese encuentro, los mandos militares le comunicaron que el caso de Antonio Rassi “está en investigación y será llevado con total ‘transparencia’”. La mujer no se conformó con la fórmula oficial y volvió a insistir en que se identifiquen responsabilidades individuales dentro de la cadena de mando.
La madre pidió de manera expresa que, como resultado de la pesquisa, se disponga la separación definitiva del cargo del primer teniente Aldo, responsable político de la unidad 5050.
Asegura que basa sus reclamos en testimonios de soldados que, el mismo día de la muerte de su hijo, escucharon cómo se orientaba “a los que venían saliendo del comedor, que no se podía comentar nada para que no saliera al exterior de la unidad”.
De acuerdo con su versión, el propio político del Ejército habría admitido la veracidad de esa orden, lo que refuerza su exigencia de que se tengan en cuenta el resto de los testimonios que lo señalan como el principal responsable de las presiones sobre el joven.
Una madre frente a los mandos militares
Tras insistir durante días, la madre logró que la recibieran el jefe de unidad, capitán Ricardo Martínez, y el propio primer teniente Aldo. Define ese encuentro como “muy a mi pesar” y asegura que habló directamente al oficial político, al que responsabiliza por lo ocurrido.
“Fue asqueante e indignante para mí como madre, que perdió a su hijo en la casa de usted, saber que se encontraba tan cerca de mí un ser tan despreciable y abusivo como lo fue con Antonio”, escribió en su testimonio.
“Usted es el culpable de la muerte de mi hijo… repugnante saber que lleva ese uniforme donde otros lo defienden con orgullo; usted tira por el piso el trabajo de una institución”, reprochó la mujer.
En su relato, recalcó que no se trata de una reacción impulsiva, sino de una acusación basada en lo que escuchó de otros reclutas y en el historial de tensiones entre el oficial y su hijo.
Hostigamiento, pase retirado y salud mental quebrada
En su declaración, la mujer sostiene que su hijo fue amenazado y hostigado por el político de la unidad “al punto que su salud mental se quebró”.
Afirma que Aldo “diariamente vivía encima de él” y que, pese a ese ambiente, el 18 de agosto, después de que Antonio terminó la primera parte de la guardia, lo llamó para informarle que le retiraba la salida prevista para el 21 de julio y que solo podría salir el 19 para regresar el 20 de agosto. Ese cambio habría sido la chispa de un primer enfrentamiento verbal entre ambos.
Según la madre, en ese momento el oficial le gritó “soldado, ¡párese firme!”, delante de chapeadores que iban de pase, algo que ella describe como un abuso de poder destinado a humillarlo frente a otros militares.
“No descansaré hasta que sea quitado del cargo y pediré al MINFAR una investigación directa a usted todas las veces que sean necesarias”, aseguró. Para la familia, la cadena de decisiones y presiones que sufrió el joven no puede quedar sin consecuencias.
Por último, la mujer también recordó que su hijo, de 18 solo años, “no tuvo oportunidad de estudiar en la universidad ni disfrutar su vida como el niño bueno y educado que era”.



