¿Cómo descubrieron al prófugo español que se escondía en La Habana?

El fugitivo español Martiño Ramos Soto, condenado en España a 13 años y medio de prisión por abusar sexualmente de una menor, fue detenido en La Habana el 24 de noviembre, tras vivir durante meses bajo una identidad falsa como “Martín Soto” e integrarse en círculos culturales del Vedado.

Su captura se produjo después de que alertas en redes sociales desde España y la vigilancia de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) revelaran que detrás del supuesto fotógrafo se escondía uno de los diez prófugos más buscados por la Policía Nacional española.

Vivía como “fotógrafo” en La Habana

Según el diario El Mundo, el expolítico gallego llevaba una vida cómoda en la capital cubana. Se movía con soltura en eventos culturales, vestía ropa costosa, manejaba cámaras profesionales y solía invitar sobre todo a mujeres jóvenes a conciertos, exposiciones y presentaciones artísticas.

“Había algo raro”, coinciden varias personas que cruzaron con él en La Habana, al recordar un estilo de vida difícil de explicar en el contexto económico de la Isla.

El primer aviso serio llegó en una fiesta de cumpleaños, cuando una cubana residente en España creyó reconocerlo entre los invitados.

Esa sospecha se reforzó poco después, cuando alguien vinculado al colectivo Madres Protectoras de Madrid contactó por redes sociales a una amiga del fugitivo para advertirle que, en una documentación, había visto su nombre real. A partir de ahí, la identidad de “Martín Soto” empezó a resquebrajarse.

Alerta ciudadana y una foto en Instagram

El episodio decisivo lo describe la agencia EFE, quien indicó que una joven cubana publicó en Instagram una foto en la que etiquetó al hombre que conocía como “Martín Soto” y esto terminó delatándolo.

La imagen desencadenó una oleada de comentarios desde España, señalando que el hombre era buscado en las autoridades.

“Ese hombre no es fotógrafo ni se llama así, es Martiño Ramos Soto, un fugitivo condenado por violación”, advirtieron usuarios.

La joven, que había tratado con él sin conocer su pasado, admitió haber quedado en shock y se preguntó: “¿Con qué seguridad puedes conocer a alguien ignorando que es capaz de hacer esas cosas?”.

Mientras las redes sociales amplificaban la denuncia, la PNR ya seguía sus pasos. De acuerdo con las fuentes citadas, las autoridades cubanas conocían desde hacía meses la presencia del condenado en la Isla y lo mantenían bajo observación.

Otro escape frustrado

Ramos habría huido de España pasando por Portugal, Brasil y Perú antes de aterrizar en Cuba, donde comenzó una nueva vida sin que se informara a la ciudadanía de que en la capital se movía un violador condenado. No se ha explicado por qué, pese a tener su entrada controlada, no fue arrestado de inmediato.

La detención se ejecutó el 24 de noviembre, cuando el fugitivo empezó a preparar una nueva huida, presumiblemente al percatarse de que su falsa identidad estaba siendo cuestionada. Su despedida inesperada fue otro indicio para quienes lo conocían en La Habana, y apuntaba a que intentaba escapar antes de que el cerco policial se cerrara.