Cubano que ganó “El Bombo” hace 21 años corre peligro de ser deportado
López Rodríguez llegó a EEUU bajo el programa de Diversidad de Visas en 2004
Jesús López Rodríguez, un cubano de 61 años residente en Estados Unidos desde 2004, enfrenta una situación desesperada tras ser detenido por oficiales de inmigración el 2 de junio.
A pesar de haberse establecido en Flint, Michigan, y haber construido una vida estable trabajando en un negocio de alimentos y participando activamente en eventos culturales y comunitarios, ahora enfrenta la posibilidad de ser deportado a Cuba.
La decisión se produjo el 2 de diciembre, cuando un juez de inmigración emitió la orden de deportación contra él.
López Rodríguez llegó a EEUU bajo el programa de Diversidad de Visas en 2004, conocido como “El bombo”, pero a pesar de haber estado dos décadas en el país, nunca completó su proceso de naturalización.
Esta omisión, sumada a su arresto y detención, ha puesto su vida en grave riesgo. Actualmente, se encuentra recluido en el Centro Correccional del Condado de Calhoun en Battle Creek, donde enfrenta condiciones inhumanas.
Problemas de salud no atendidos
Durante su detención, López Rodríguez ha experimentado un deterioro notable en su salud. Su familia denuncia la falta de atención médica adecuada, especialmente en relación con su enfermedad prostática, que le causa severos problemas para orinar.
La situación empeora debido a la ausencia de tratamiento para las infecciones en su cuero cabelludo, las cuales, en ocasiones, manchan de sangre las paredes de la celda donde duerme.
A pesar de los serios problemas de salud, a López Rodríguez solo se le permite una llamada telefónica diaria, y en ocasiones se le ha impedido contactar a su abogado, complicando aún más su situación legal.
Las condiciones del centro, incluyendo la comida de baja calidad y la falta de higiene, están contribuyendo a su sufrimiento y a la creciente preocupación de su familia.
El apoyo comunitario crece a la espera una intervención federal
La comunidad de Flint ha mostrado un fuerte apoyo a López Rodríguez, destacando su integración en la sociedad estadounidense y su vida activa en la cultura local.
Miembros de la comunidad y defensores de los derechos de los inmigrantes consideran que la deportación de López Rodríguez a Cuba sería una sentencia de muerte debido a la situación política y económica crítica que enfrenta la Isla.
La Alianza para los Derechos de los Inmigrantes (FAIR) ha lanzado una campaña de recaudación de fondos para cubrir los costos legales de su proceso y ha instado a la comunidad a firmar una carta de apoyo para pedir su liberación.
La familia de López Rodríguez continúa esperando una acción urgente de funcionarios federales para evitar su deportación y garantizar su seguridad mientras se revisa su caso.
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