Crisis de agua en Río Cauto: ancianos deben conseguirla en el río
Las denuncias señalan que el régimen no está haciendo nada para resolver la crisis, misma que empeoró tras el paso de Melissa
La crisis del agua potable en el municipio de Río Cauto, en la provincia de Granma, se agrava cada día, afectando a miles de familias, especialmente a los sectores más vulnerables, como los ancianos y personas con discapacidad.
La falta de una solución efectiva por parte de las autoridades locales y nacionales ha dejado a la comunidad sumida en una situación de extrema precariedad, mientras los residentes se cuestionan cuánto más tardará en solucionarse el problema.
Aricel Céspedes, residente de la zona, denunció en el grupo de Facebook Revolico Río Cauto que muchas familias de comunidades como Cauto del Paso se ven obligadas a caminar largas distancias para conseguir agua potable, enfrentando graves dificultades.
“Los adultos mayores regresan con recipientes llenos de un líquido que no se puede tomar”, relató Céspedes, quien también señaló que los vecinos más alejados dependen de una laguna insalubre, lo que agrava aún más el problema sanitario.

La denuncia señala que la turbina que abastece el sistema hídrico local se dañó hace más de un año, y que, pese a todo ese tiempo, no se ha llevado a cabo trabajo alguno para repararlo. La situación empeoró con la llegada del huracán Melissa, pues el gobierno tomó el desastre como excusa para justificar el abandono.
“¿Por qué se ha hecho tan inaccesible llevar una pipa con agua potable? Es inaceptable que esto esté sucediendo y no le den ninguna solución”, cuestiona la denuncia ante la falta de acción del régimen.
El desastre provocado por las inundaciones dejó como saldo la destrucción de viviendas, pozos y otras infraestructuras esenciales. A pesar de la magnitud de los daños, los residentes denuncian que la recuperación está completamente paralizada, sin que las autoridades hayan presentado un plan concreto para restablecer el suministro de agua potable.
Críticas hacia el régimen
La falta de transparencia y la inacción de las instituciones locales alimentan el malestar de la población, que vive sumida en la desesperación.
Es importante recordar que, tras la emergencia, las autoridades locales decidieron cobrar 40 pesos por núcleo a los damnificados por el huracán, por el suministro de agua “natural”.
Esta medida, presentada como un cobro “simbólico” para cubrir los costos logísticos, fue recibida con indignación por parte de la población, que considera incomprensible el cobrar dinero en medio de una crisis humanitaria.



