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Aduana cubana detecta drogas ocultas en envases de yogurt y gelatina

El operativo descubrió una red criminal que operaba distribuyendo sustancias ilícitas en La Habana

La Aduana General de Cuba ha logrado incautar un cargamento de drogas camufladas en envases de yogurt y gelatina que intentaba ingresar al país por medio de una carga no acompañada.

Este operativo, que tuvo lugar recientemente, ha puesto al descubierto una red criminal que operaba en La Habana, distribuyendo sustancias ilícitas conocidas como “el químico” o cannabinoides sintéticos.

Según informaron medios de prensa oficialistas, la red fue desmantelada tras varias investigaciones que revelaron la participación de residentes cubanos como colaboradores en la distribución de la droga.

Durante la intervención, las autoridades lograron detener a 24 personas, quienes están bajo proceso penal por su involucramiento en el tráfico de drogas.

Más de 11 millones de pesos cubanos (CUP) fueron incautados, dinero que se iba a destinar a financiar actividades delictivas, además de precursores químicos, vehículos y viviendas que se utilizaban como laboratorios para la dosificación de la droga.

La operación también permitió evitar que más de un millón de dosis de “papelito” llegaran a las calles de los municipios de San Miguel del Padrón, Regla y Diez de Octubre, áreas donde el tráfico de estupefacientes es particularmente alarmante.

Régimen culpa a EEUU por el problema de las drogas en Cuba

El Ministerio del Interior destacó que este operativo es una prueba de la política de “tolerancia cero” del gobierno cubano contra las drogas. La mayoría de las sustancias ilícitas que ingresan al país, según el discurso oficialista, provienen de Estados Unidos.

En ese sentido, el Partido Comunista de Cuba (PCC) reiteró su compromiso con la lucha contra el narcotráfico, instando a enfrentar el problema con firmeza.

La reciente reforma legislativa promovida por el Tribunal Supremo de Cuba establece nuevas reglas sobre la posesión de drogas sintéticas.

La legislación redefinió las condiciones bajo las cuales una persona puede ser procesada por tráfico de drogas, destacando que no es necesario que el acusado posea grandes cantidades para ser procesado. Esta medida responde al aumento del consumo de cannabinoides sintéticos en el país.

En la ciudad de Ciego de Ávila, se dictó uno de los primeros juicios bajo las nuevas normas, donde un joven de 18 años fue condenado a ocho años de prisión por la posesión de 206 papelitos de cannabinoides sintéticos.

El tribunal recalcó el riesgo que estos estupefacientes representan para la salud pública, incluyendo psicosis y convulsiones.

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