Manuel Marrero celebra la agricultura en Cuba tras polémica de “arroz y papa”
El sistema cubano criminaliza la comercialización por parte de los propios productores y depende del régimen para colectarlos
En medio de una crisis alimentaria marcada por la escasez y el encarecimiento sostenido de los productos básicos, el primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz volvió a provocar la ira de los cubanos tras celebrar supuestos resultados positivos del programa de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar.
Su mensaje fue publicado apenas días después de que un funcionario del propio régimen atribuyera parte del deterioro agrícola del país al consumo de arroz y papa por parte de la población, afirmando que se trata de productos “no cubanos”.
A través de su cuenta en X, Marrero destacó la continuidad de ese programa impulsado desde finales de los años ochenta.
“La Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, programa creado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz hace 38 años, constituye una valiosa alternativa para acercar las producciones agrícolas a la población. Muchas felicidades a quienes hacen posible su avance”, escribió el jefe de Gobierno.
La publicación generó una rápida reacción entre los usuarios, que cuestionaron el mensaje en un contexto donde amplios sectores de la población enfrentan dificultades crecientes para acceder a alimentos esenciales.
Las respuestas estuvieron marcadas por la ironía, el descontento y la referencia directa al fracaso histórico de iniciativas similares.
Varios comentarios recordaron que los huertos urbanos promovidos durante el Período Especial fueron presentados en su momento como una solución estructural al desabastecimiento, pero que décadas después muchos de esos espacios se encuentran improductivos o abandonados.
“Hace 38 años Raúl Castro vivía borracho mañana tarde y noche, por eso no ha funcionado. Es para que 38 años después se vieran los resultados y no siguieran los cubanos con una libreta de racionamiento padeciendo escasez”, escribió un internauta en respuesta directa al primer ministro.
Otro usuario fue más explícito en su crítica al modelo impulsado desde el poder: “Agricultura urbana y agricultura urbana familiar están destinadas a la malversación de fondos y al fracaso.
Solamente a la mente retrógrada de alguien que está sentado en una mansión puede ordenar algo que ya fracasó totalmente. Tremenda ‘distorsión de la economía’”.
Las reacciones se producen en un escenario de deterioro profundo del acceso a los alimentos en Cuba. Según han documentado medios independientes, los mercados estatales y privados presentan una oferta limitada, con precios que superan ampliamente el salario medio.
Productos básicos como arroz, frijoles, aceite, huevos o viandas resultan inalcanzables para una parte significativa de la población, mientras la libreta de racionamiento cubre cada vez menos necesidades y con entregas irregulares.
A esta situación se suma el peso del sector turístico, que absorbe una parte importante de los alimentos disponibles, así como la proliferación de tiendas que venden productos esenciales únicamente en divisas.
Todo el sistema, que también impide a los agricultores disponer de sus propios productos y depende del régimen para su colecta, lo que conlleva la pérdida de cosechas cuando este no puede hacerlo, profundiza la desigualdad y deja a amplios sectores dependiendo de remesas o del mercado informal para alimentarse.
En ese contexto, recientes declaraciones de funcionarios del régimen generaron polémica al responsabilizar indirectamente a los hábitos de consumo de la población, en particular al alto consumo de arroz y papa, por las dificultades del sector agrícola.
Estas afirmaciones fueron interpretadas como un intento de desviar la atención de problemas estructurales como la falta de insumos, la centralización productiva, el control estatal de la tierra y la ausencia de incentivos reales para los productores.
Mientras el discurso oficial insiste en resaltar programas creados hace décadas como soluciones vigentes, la realidad cotidiana refleja una crisis alimentaria persistente que continúa sin respuestas efectivas, según coinciden analistas y reportes de la prensa independiente.
La Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, programa creado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz hace 38 años, constituye una valiosa alternativa para acercar las producciones agrícolas a la población.
Muchas felicidades a quienes hacen posible su avance. #UnidosXCuba pic.twitter.com/p5vsS8Bfro
— Manuel Marrero Cruz (@MMarreroCruz) December 27, 2025



