En Brasil una mujer en situación de calle fue baleada por un hombre al que le habría pedido unas monedas.
Zilda Henrique Dos Santos Leandro, de 31 años, conocida por la gente de la zona como Néia, tras haber sido disparada a sangre fría, fue socorrida por otra joven que circulaba en la zona, pero esta falleció horas después en el hospital.
El trágico siniestro quedó registrado en las cámaras de vigilancia de la zona y conmocionó a la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
“La mató como si fuera un animal”, aseguró la testigo que vio el crimen e intentó ayudar Néia.
La víctima cayó inconsciente en el asfalto tras recibir dos disparos de un comerciante, identificado Aderbal Ramos de Castro, y a quien le había pedido un real para comer.
En las imágenes captadas minutos antes del asesinato, aparece la víctima hablando y gesticulando con Aderbal, el cual iba transitando la zona céntrica de Niteroi, en Río de Janeiro, en dirección hacia la calle Rua Barão de Amazonas. Este intentó esquivar a la joven, pero ella lo sigue.
Segundos después, el imputador saca un revólver calibre .38 y le efectuó dos tiros, por lo que la chica cayó tendida, sobe el pavimento y este continuó su marcha sin prisa y sin culpa alguna.
La joven que ayudó a la víctima dio aviso a los Bomberos, y finalmente la trasladaron al Hospital Estatal Azevedo Lima en Fonseca, donde falleció horas más tarde por las heridas.
Aderbal fue detenido el martes por la Policía y confesó el crimen. Dijo que Néia lo intentó asaltar, pero esa versión fue desmentida tras ver los videos de las cámaras de seguridad. En su poder aún tenía el arma homicida.
La Justicia ordenó la detención del acusado y que fuera alojado en la cárcel de José Frederico Marques en Benfica. Y en caso de ser declarado culpable de asesinato, podrá enfrentar hasta 30 años de prisión.
