La pintura roja con la que mancharon la estatua de Ponce de León en Miami fue removida por un cubano residente de Florida que rechaza el comunismo y la destrucción a los bienes públicos y privados de algunos manifestantes violentos.
Borrando la hoz de los comunistas, José Armas, cubano en Miami, decidió hacer, al menos simbólicamente, lo que a millones les gustaría lograr con una doctrina que solo ha traído muerte, desesperación, hambre y miseria a los países que ha tocado y a las mentes que ha perturbado, reseña Local10.
Él no está en contra de las manifestaciones por la muerte de George Floyd y el movimiento en defensa de los derechos de la comunidad afroamericana en general, sí repudia, en cambio, las expresiones de comunismo, un sentimiento que para los cubanos es casi general, luego de vivir más de seis décadas oprimidos por el Partido Comunista de Cuba (PCC) sin ver beneficio alguno.
Solo el color rojo, con el que se ha asociado al socialismo/ comunismo desde hace más de dos siglos, era repudiable para Armas. Por ello decidió volver al monumento este lunes y borrar las marcas de pintura sobre Ponce de León, llevando consigo sus implementos de limpieza.
Armas, nacido en Cuba, pero ciudadano estadounidense, manifestó su apoyo a la libertad de expresión y los derechos de los manifestantes de Black Lives Matter, pero insistió en que no le gusta el vandalismo o la política que representa el símbolo.
“No me gusta que la gente haga esto”, dijo Armas. “No me gusta el comunismo”, dijo para el citado medio.
El sentimiento de Armas es común entre las familias cubanas que tuvieron que emigrar de la Isla y hacer del sur de Florida, mayormente, su nuevo hogar, luego de que Fidel Castro y la revolución cubana declararan a Cuba como una república “socialista, marxista y leninista”.
Hispanos en Florida expresaron su rechazo a la vandalización de las estatuas de Cristóbal Colón y Ponce de León en Miami, registradas el pasado 10 de junio, y cuyos responsables fueron presentados ante la justicia estadounidense.
