El presidente de los Estados Unidos Joe Biden se enfrenta a una crisis después de que su popularidad se desplomara más rápido que cualquier otro presidente de Estados Unidos desde 1945, en la Segunda Guerra Mundial.
Según el último estudio de Gallup, el índice de aprobación de Biden se desplomó un 11,3%, lo que lo convirtió en el peor calificado que todos los otros 10 presidentes antes que él en los primeros meses de sus presidencias.
La encuesta sugirió que cayó más por debajo de las expectativas del público estadounidense que sus predecesores.
Las cifras de la encuesta encontraron que en el transcurso de los tres meses posteriores a su toma de posesión en enero, el índice de aprobación de Biden fue de alrededor del 56 por ciento.
Sin embargo, de julio a octubre, había caído al 44,7%.
Esta disminución del 11,3% significa que le fue peor que a Barack Obama, quien vio caer su aprobación en un 10,1% durante sus primeros nueve meses.
La aprobación promedio de Biden fue la más baja de cualquiera de los 11 presidentes de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente de Estados Unidos ha decepcionado a los votantes más que Jimmy Carter, cuya calificación cayó un 8,9% y Donald Trump, cuya calificación cayó un 4,4%.
Popularidad de Joe Biden cae durante la pandemia de COVID-19
Según el Telegraph, la popularidad de Biden comenzó a desplomarse en julio cuando los casos de COVID-19 comenzaron a dispararse nuevamente.
Se exacerbó después de que Estados Unidos se retirara de Afganistán y, como consecuencia, de la toma de Kabul por los talibanes.
Si bien la aprobación de Biden en el Partido Demócrata fue de alrededor del 92%, solo el 4% de los republicanos lo aprueba.
Esta es una de las brechas más grandes que Gallup haya registrado para un presidente de EEUU.
Para los votantes independientes, la aprobación de Biden se ha derrumbado y solo el 34% ahora aprueba su desempeño en comparación con el 55 por ciento en junio.
Por otro lado, Trump, quien fue derrotado en las elecciones estadounidenses en noviembre pasado, ha visto crecer su apoyo entre los republicanos.
La última encuesta de Quinnipiac encontró que el 78% de los republicanos quieren que el expresidente haga otra oferta para la Casa Blanca en 2024.
