Administrador de mercado estatal en Pinar del Río detenido por desvío de recursos
Los productos, tales como arroz y huevos, eran retenidos por el administrador en complicidad con trabajadores
Un administrador del Mercado Agropecuario Estatal “El Pepino” de Pinar del Río y un trabajador fueron arrestados por su implicación en un desvío de productos básicos destinados al pueblo, lo que ha desatado indignación en la comunidad.
Los productos, tales como arroz y huevos, eran retenidos por el administrador en complicidad con trabajadores ilegales, para revenderlos en kioscos privados, mientras la población se enfrentaba a largas colas y una severa escasez de alimentos.
Este hecho fue confirmado por la página oficialista De Pinar Soy, vinculada a la policía cubana, que aseguró que la operación fue desmantelada tras la intervención de oficiales del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) y de inspectores estatales, quienes lograron recuperar los productos y devolverlos a la venta oficial.
Un patrón de corrupción estructural en Cuba
El caso de Pinar del Río es solo uno de muchos descubiertos en la Isla. Días antes, el programa oficialista Hacemos Cuba reveló un fraude millonario en Artemisa, donde un cuentapropista y directivos de la empresa estatal Cítricos Ceiba desviaron más de 28 millones de pesos en un contrato falso de exportación de carbón.
Este caso, junto con la condena de 7 años de prisión a la exintendenta del municipio de Puerto Padre, en la provincia de Las Tunas, por malversación y tráfico de influencias, pone en evidencia una grave falta de control en el sector estatal.
Para las autoridades, estas detenciones forman parte de una supuesta “ofensiva anticorrupción” que la televisión estatal ha estado promoviendo en las últimas semanas, exhibiendo condenas ejemplares contra funcionarios públicos.
Sin embargo, para muchos cubanos, estas detenciones reflejan solo un intento superficial de mostrar control, mientras los productos que deberían ser destinados a la población siguen siendo desviados por aquellos encargados de administrarlos.
En provincias como Matanzas y Guantánamo, el robo de productos en bodegas estatales se ha vuelto una constante, como reflejo de la inseguridad y la falta de custodios, lo que muestra cómo el sistema de comercio estatal está colapsado.
La situación en el país ha hecho que conseguir productos como arroz, azúcar y huevos sea un proceso de espera interminable, mientras que los funcionarios encargados de garantizar su distribución se enriquecen a costa de la población.
En un contexto donde la población debe invertir horas y días para acceder a productos básicos, que los responsables de abastecer al pueblo se beneficien de la venta ilegal a sobreprecio no solo se percibe como un delito, sino como una traición constante a los cubanos de a pie.
