Ana de Armas sigue en silencio sobre las protestas en Cuba, pero ¡sí habla de belleza!
A pesar de que Ana de Armas es reconocida en el mundo del entretenimiento como una de las actrices cubanas más cotizadas en la industria, la joven de 33 años ha mantenido silencio sobre las manifestaciones que se han suscitado en Cuba desde el pasado 11 de julio para exigir el fin de la dictadura.
La familia de la actriz vive en la Isla, y su hermano es un evidente opositor al régimen castrista, según da a entender en sus redes sociales.
Sin embargo, en una reciente entrevista a Bazaar, la cubana habló sobre belleza, moda, su papel como la nueva Chica Bond, y no se refirió en ningún momento a lo que sucede en Cuba.
Hasta el momento, en sus redes sociales tampoco ha publicado su posición al respecto, lo que ha generado críticas de sus seguidores y los medios independientes.
Bazaar detalla que de Armas respondió preguntas “sobre el legado inspirador de la Sra. Lauder, los estándares de belleza de Los Ángeles y cómo espera cambiar los adornos glamorosos de la mujer Bond tradicional”, puesto que este mes de Armas también se convierte en la última embajadora de Estée Lauder.
La belleza cubana según Ana de Armas
“Hay una gran diferencia en la actitud hacia la belleza en Cuba, en comparación con Los Ángeles. Al crecer en Cuba, no teníamos productos en hermosos frascos: era más un caso de poner cosas en una licuadora y hacer tu propia mascarilla de pepino o exfoliante de miel y azúcar. Era belleza “hágalo usted mismo”, trucos que aprendería de su madre.
“Creo que la belleza se trataba más de realzar su propia belleza natural y cuidar su piel; siempre nos mantuvimos alejados del sol, en lugar de maquillaje y cosas por el estilo. Simplemente no teníamos acceso a los productos”, dijo al citado medio.
“En cierto modo, creo que fue algo refrescante, no prestar demasiada atención a todo. Tampoco teníamos revistas de belleza o comerciales en la televisión ni nada de eso, así que todos eran libres de ser hermosos a su manera. Definitivamente no crecí con este ideal de belleza o personas comparándose entre sí o cosas así. Fue muy saludable mentalmente, supongo, para una niña que crecía”, confesó.
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