Apagones en Cuba: casi 1.900 MW de déficit pese a cortes de 24 horas
El sistema eléctrico apenas logra cubrir parte de la demanda y varias comunidades permanecen sin servicio
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Cuba cerró el 25 de octubre con un fuerte déficit energético durante el horario pico nocturno, alcanzando una afectación estimada de 1.876 megawatts (MW).
Según el parte oficial de la Unión Eléctrica (UNE), la demanda máxima llegó a 3.350 MW, mientras que la disponibilidad fue de solo 1.544 MW, una cifra que refleja la incapacidad del régimen para garantizar el suministro estable de energía incluso en horarios críticos.
La crisis eléctrica, que se extiende ya por meses, volvió a provocar cortes durante las 24 horas del día y se mantuvo activa en la madrugada del viernes.
Aunque el gobierno reportó una leve recuperación en la generación con la incorporación de 50 MW procedentes de fuentes distribuidas, la diferencia entre la oferta y la demanda sigue siendo amplia, lo que perpetúa los apagones diarios que afectan a todo el país.
El informe detalla que la jornada anterior registró una afectación máxima de 1.283 MW a las 19:10 horas, y que las provincias desde Las Tunas hasta Guantánamo continúan con dificultades adicionales por los daños ocasionados por el huracán Melissa.
En esas zonas, el sistema eléctrico apenas logra cubrir parte de la demanda y varias comunidades permanecen sin servicio.
La UNE reportó que la disponibilidad total del SEN a las 6:00 de la mañana era de 1.410 MW frente a una demanda de 1.828 MW, lo que implicó un déficit de 528 MW desde temprano
Además, las averías en la Central Termoeléctrica (CTE) Felton y los mantenimientos programados en Santa Cruz y Cienfuegos limitaron aún más la generación térmica, dejando fuera de servicio 595 MW.
A esto se suman los 602 MW afectados por la falta de combustible y lubricante en 58 centrales distribuidas.
Mientras tanto, la población cubana continúa padeciendo las consecuencias directas de la crisis eléctrica: la falta de agua potable, interrupciones en hospitales y fallas en la conservación de alimentos.
En muchos barrios, la inseguridad también aumenta durante los apagones nocturnos, cuando las calles quedan totalmente a oscuras.
Aunque el régimen ha intentado justificar las fallas con problemas técnicos y el paso del huracán, los apagones prolongados y la escasa inversión en infraestructura eléctrica evidencian una gestión ineficiente.
A pesar de los anuncios de nuevos parques solares —que en el occidente y centro del país produjeron apenas 1.241 MWh—, la realidad es que el sistema eléctrico cubano continúa al borde del colapso y sin ofrecer soluciones sostenibles para la población.



