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Apagones en Cuba por déficit eléctrico de casi 1.800 MW

La falta de energía para cubrir la demanda de la población no ha descendido de 1.600 MW en toda la semana, pese a desconexión de provincias

El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) prevé para la noche de este 29 de noviembre de 2025 una afectación de hasta 1.745 MW durante el horario pico, una cifra que confirma la continuidad de los apagones severos que han marcado toda la semana y que han mantenido el déficit por encima de los 1.700 MW.

Este escenario vuelve a colocar a la población cubana ante otra jornada crítica, con cortes generalizados y sin perspectivas claras de alivio inmediato.

Según el reporte oficial, la demanda máxima para la noche alcanzará los 3.200 MW, mientras que la disponibilidad solo logrará ascender a 1.525 MW, incluso con la entrada prevista de la unidad 5 de la CTE Nuevitas, que solo podrá aportar 55 MW.

Con estas cifras, el desbalance estructural del sistema vuelve a alcanzar niveles dramáticos que obligan a programar interrupciones prolongadas y en muchos casos superiores a las ocho horas diarias.

Las autoridades reconocieron que durante la jornada anterior hubo afectación las 24 horas, un reflejo más de la incapacidad del gobierno para estabilizar la generación eléctrica, pese a los constantes partes diarios que buscan transmitir una imagen de control.

El máximo déficit registrado ayer fue de 1.789 MW a las 18:00 horas, un número que se ha repetido con ligeras variaciones a lo largo de la semana y que confirma el deterioro sostenido del SEN.

El informe de este 29 de noviembre detalla que, al comenzar la mañana, la disponibilidad del sistema era de apenas 1.470 MW, mientras la demanda llegaba a 2.377 MW, lo que dejó un déficit inmediato de 877 MW.

Entre las incidencias principales se reportaron averías en la unidad 5 de la CTE Nuevitas y la unidad 2 de la CTE Felton, dos centrales que desde hace meses figuran con roturas recurrentes. A esto se suman trabajos de mantenimiento en otras plantas clave: la unidad 5 de Mariel, la unidad 2 de Santa Cruz y la unidad 4 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos.

La generación térmica, como ha explicado el Ministerio de Energía en otras ocasiones, continúa siendo uno de los grandes puntos débiles del SEN.

A estas fallas se agregan las limitaciones por falta de combustible, una constante en la crisis energética que el país arrastra desde años atrás.

El informe detalla que 97 centrales de generación distribuida están comprometidas, para un total de 884 MW afectados por carencia de diésel. Además, 67 MW permanecen fuera de servicio por falta de lubricantes, lo que eleva el impacto total por esta causa a 951 MW.

Régimen lo niega, pero la crisis sigue

El gobierno cubano insiste en señalar como logros la entrada en funcionamiento de los 33 parques solares fotovoltaicos, que este jueves aportaron 2.456 MWh y un máximo de 408 MW en la hora de mayor generación.

Pero, como ha señalado Asere Noticias en múltiples reportes, ese aporte es insuficiente frente a un sistema colapsado, y el régimen suele presentar estos incrementos puntuales como grandes avances mientras las comunidades continúan sometidas a apagones que afectan la vida diaria, la fabricación de alimentos, los servicios básicos y la salud.

Durante todo noviembre, barrios enteros han reportado cortes de más de diez horas, interrupciones nocturnas constantes y ciclos rotativos que en ocasiones no se cumplen, prolongando aún más la afectación.

Aunque la estatal UNE publica cada día partes informativos, la realidad de los hogares cubanos sigue marcada por la incertidumbre, la pérdida de alimentos refrigerados y la imposibilidad de planificar actividades básicas.

En paralelo, el gobierno no ha anunciado inversiones significativas que permitan vislumbrar una recuperación estable del SEN. La apuesta recurrente por reparaciones de emergencia, mantenimientos parciales y generación distribuida sin combustible ha demostrado ser insuficiente.

A pesar de ello, el discurso oficial continúa resaltando pequeñas incorporaciones al sistema como señales de avance, mientras el déficit supera con frecuencia los 1.500 o 1.700 MW, cifras que cualquier especialista calificaría como síntomas de colapso estructural.

Este nuevo pronóstico de más de 1.700 MW para la noche del viernes confirma que la crisis energética no solo persiste, sino que se profundiza, dejando a millones de cubanos sin opciones ante una infraestructura que, pese a los anuncios oficiales, no logra responder a las necesidades del país.

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