¿Arbovirosis o COVID-19? Médico cuestiona versión oficial sobre crisis sanitaria
El experto considera que los datos no coinciden, lo que plantea dudas sobre la explicación ofrecida por el régimen
En medio de un creciente número de fallecimientos y preocupación pública, el profesional de la salud Verona Bonce, exjefe del Centro Coordinador del SIUM en el Hospital General Antonio Luaces Iraola de Ciego de Ávila, cuestionó el diagnóstico oficial que atribuye la crisis a un brote de chikungunya.
Según Bonce, los datos no coinciden con el cuadro típico de los arbovirus, lo que plantea serias dudas sobre la explicación ofrecida por las autoridades sanitarias de la Isla.
Inconsistencias en los informes
El especialista advirtió que el chikungunya, uno de los arbovirus con menor letalidad, no justifica el aumento tan dramático de muertes en Cuba, que pasó de un promedio de 12-14 decesos diarios a 34 muertes por día en Ciego de Ávila.
La cifra de fallecimientos es incompatible con los registros históricos y la literatura médica internacional, lo que pone en duda la información proporcionada por el gobierno cubano.
Adicionalmente, Bonce destacó la aparición de neumonías graves en pacientes, una condición que no corresponde con los síntomas típicos de las enfermedades transmitidas por mosquitos.
La rapidez de transmisión y la propagación exponencial de la enfermedad también son atípicas para los arbovirosis, lo que lleva a Bonce a plantear la hipótesis de que el origen de la crisis podría estar relacionado con nuevas variantes de COVID-19 que habrían llegado a Cuba a finales de julio.
Las variantes de COVID-19 como causa subyacente
Bonce señaló que las nuevas variantes de COVID-19, en particular XCE Nimbus y XFG Stratus, sublinajes de Ómicron, podrían ser responsables de los síntomas graves y de las complicaciones vistas en el país.
Según su análisis, estas variantes mutantes de la COVID-19 podrían simular otros virus, son particularmente letales, y son capaces de provocar una amplia gama de complicaciones, incluidas neumonías fulminantes y problemas cardíacos graves.
En su opinión, la alta mortalidad entre los niños y el aumento de casos graves en las unidades de cuidados intensivos refuerzan su convicción de que la crisis no se debe a un brote de chikungunya o dengue, sino a una mutación de la COVID-19 que simula otras enfermedades.
La falta de transparencia del régimen
Bonce también criticó la falta de transparencia en la gestión de los casos y la falta de información oficial sobre los resultados de los PCR realizados en el país.
La retroalimentación de los resultados no está siendo proporcionada a las provincias, lo que impide que los médicos regionales reciban la información necesaria para abordar adecuadamente los casos.
A pesar de la evidencia de complicaciones graves y la aceleración de la propagación, las autoridades continúan insistiendo en que se trata de un brote de chikungunya, sin ofrecer pruebas claras ni tomar medidas de contención eficaces.



