Arrestan a exdirectora de guardería en Hialeah por agredir a un menor
Tras una denuncia familiar, las autoridades efectuaron una investigación que terminó en la detención
La ciudadana Rosa Alcara, exdirectora de la guardería EZ Daycare and Learning Center, fue arrestada el pasado jueves luego de que cámaras de seguridad revelaran que golpeaba a un niño de 3 años durante un cambio de pañal.
El incidente ocurrió el viernes de la semana pasado y, tras una denuncia de la familia del menor, Alcara fue despedida de inmediato.
La detención se produjo tras la investigación realizada por el Departamento de Policía de Hialeah, quien ejecutó el arresto tras la denuncia de la abuela del niño, quien observó una marca visible en el muslo izquierdo del pequeño.
La madre del menor contactó a la propietaria de la guardería, Natasha Johnson, quien revisó las grabaciones de seguridad.
Investigación y despido inmediato
El video, que muestra a Alcara golpeando al niño mientras le cambiaba el pañal, fue crucial para el despido inmediato de la ahora exdirectora.
Johnson, quien habló con Local 10, destacó que la guardería colaboró plenamente con la familia, las autoridades y el Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF) en el proceso.
Tras el hallazgo, las autoridades confirmaron que el niño había sufrido un enrojecimiento visible en su muslo, consistente con una agresión.
Detalles del arresto
Rosa Alcara, ciudadana venezolana, fue detenida después de que se presentara en el Departamento de Policía de Hialeah. Aunque inicialmente habría confesado el abuso, esa declaración fue posteriormente eliminada del informe policial.
Alcara enfrenta cargos por agresión física, un delito menor de primer grado que puede acarrear hasta un año de prisión o una multa de hasta 1.000 dólares. Sin embargo, si se demuestra que la agresión tiene circunstancias agravantes, las penas podrían aumentar considerablemente.
En su primera comparecencia ante el tribunal de fianzas de Miami-Dade, la jueza Mindy Glazer impuso una fianza de 5.000 dólares y ordenó que la imputada se mantuviera alejada del menor y de su antiguo lugar de trabajo.
La investigación sigue en curso bajo la supervisión de las autoridades locales y los servicios de protección infantil.
En caso de que la agresión sea considerada grave debido a antecedentes criminales, discapacidad permanente de la víctima o el uso de un arma mortal, las penas podrían ser mucho más severas, con multas de entre 5.000 y 10.000 dólares y penas de prisión de hasta 15 años.



