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Autoridades advierten de un inminente aumento de dengue y chikungunya en Cuba

La advertencia llega poco después de que el Minsap reconociera oficialmente 33 fallecidos por estas enfermedades

Un grupo de especialistas de la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana presentó en una reunión con Miguel Díaz-Canel, un modelo estadístico que anticipa un repunte de casos de dengue y chikungunya en la zona oriental del país.

La advertencia llega poco después de que el Ministerio de Salud Pública (Minsap) reconociera oficialmente 33 fallecidos por estas enfermedades, 21 de ellos menores de 18 años, tras semanas de silencio oficial.

Aumento de arbovirosis en el oriente cubano

Según el informe del Minsap, el dengue y el chikungunya han provocado ya la muerte de decenas de personas en la isla, con un impacto desproporcionado en niños y adolescentes.

Los datos oficiales se hicieron públicos solo el 1 de diciembre, después de que durante días las autoridades se limitaran a informar sobre pacientes en estado crítico y grave en las terapias intensivas.

Ambas enfermedades son arbovirosis transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, cuya presencia se ha disparado en los últimos meses.

Entre las causas señaladas destacan la acumulación de basura sin recoger y los constantes salideros en las redes de acueducto, factores que favorecen los criaderos del vector en barrios ya golpeados por el deterioro de los servicios básicos.

En la reunión con el mandatario, los matemáticos de la Universidad de La Habana expusieron proyecciones que apuntan a un incremento de casos en el oriente del país en las próximas semanas, un escenario que presiona aún más a un sistema sanitario con recursos limitados y problemas de abastecimiento de medicamentos e insumos.

Alerta por virus respiratorios en plena temporada invernal

Raúl Guinobar, matemático y director de Ciencia y Técnica de la Universidad de La Habana, advirtió además que los virus respiratorios también mostrarán un comportamiento al alza.

Mencionó, entre otros, el virus respiratorio sincitial (VRS) y la influenza H1, que previsiblemente aumentarán a medida que avance la temporada invernal recién iniciada.

Este panorama de sobredemanda sanitaria combina arbovirosis, infecciones respiratorias y un contexto de precariedad material en hospitales y policlínicos. La conjunción de factores incrementa el riesgo para la población más vulnerable, especialmente menores, ancianos y pacientes con enfermedades crónicas.

Nuevas tecnologías y comisión nacional de control

Durante el encuentro, el designado presidente Miguel Díaz-Canel fue informado sobre proyectos tecnológicos para el control del Aedes aegypti y otros vectores. Entre las herramientas mencionadas se encuentran la técnica del insecto estéril, el empleo de organismos genéticamente modificados y el uso de bacterias intracelulares para reducir la capacidad reproductiva del mosquito.

Para coordinar la implementación de estas tecnologías, el Gobierno creó una comisión nacional que iniciará su labor en La Habana, con la posibilidad de extenderse después a otras provincias.

En ese grupo participan el Minsap, Biocubafarma, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), todos bajo control estatal.

Los científicos implicados, junto a especialistas de la industria biofarmacéutica, trabajan en estrategias para disminuir la población de mosquitos transmisores. Sin embargo, el despliegue de estas soluciones experimentales ocurre en paralelo a problemas estructurales no resueltos, como la recogida de desechos y el mantenimiento del sistema hidráulico, responsabilidad directa del gobierno.

Opacidad oficial y cuestionamientos del pueblo

En su intervención, Díaz-Canel subrayó la necesidad de ofrecer información sobre la situación epidemiológica.

“Es fundamental que la población reciba información oportuna y precisa sobre las arbovirosis y las infecciones respiratorias”, afirmó. No obstante, la divulgación tardía de las 33 muertes y la ausencia de datos desagregados alimentan dudas sobre el manejo informativo de la crisis.

La falta de transparencia agrava la percepción de desconfianza hacia las autoridades. Familiares de algunos fallecidos han denunciado que los certificados de defunción no reflejan el verdadero motivo de la muerte y que, en varios casos, el virus no aparece como causa principal. Estas quejas refuerzan la idea de un intento de minimizar el alcance real del brote y su coste humano.

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